Sol, verano, conciertos y, al salir de la playa, una hamburguesa y una caña. Y si es hoy, seguramente por la cara. Ese es el idílico panorama que una familia argentina ha decidido convertir en un oportunidad de negocio y que, desde este viernes, se convertirá en realidad. Los 100 primeros en llegar a Burga, situado en el número 2 del pasadizo del Orzan, tendrán comida y bebida gratis. Será a partir de las 20.00 horas y en el planazo se incluye música para empezar la fiesta.

Pero más allá de eso la nueva propuesta quiere marcar distancia respecto a una de las propuestas con más aperturas en los últimos meses. ‘No es otra hamburguesería premium’, podría rezar un cartel a la entrada. Al menos en cuanto a precios, que la calidad del producto sí lo será. De hecho, tanto el nombre como la campaña de comunicación que han emprendido juega con la necesidad de ser Shakespeare o James Bond para pedir correctamente otros espacios. “Se dice Burga”, comentan constantemente.

Valentina Rosas es una de las responsables de la idea, aunque pocos pueden presumir de llevar la Burga en la sangre como ella. Natural de Chaco (Argentina), trabajó durante años con el mismo producto, al igual que su tío, propietario de una hamburguesería, u otros miembros de la familia, que se dedicaban a lo mismo. “La idea no es competir con nadie. No queremos nada con mucho ingrediente, sino volver a la hamburguesa de toda la vida, con un precio asequible”, dice. De hecho, en la carta habrá cuatro opciones y una a mayores para la receta del mes. El precio del menú empezará en los 9 euros, la mitad que buena parte de las premium.

Sobre el hecho de abrir un negocio de hostelería en la calle zona del Orzán indica: “Realmente, nos gustaba la ubicación y desde el Ayuntamiento nos dijeron que querían cambiar el enfoque de la zona. Parece que van a empezar a abrir locales y queremos estar ahí”.

Este viernes, a partir de las 20.00 horas, Burga asumirá el reto de abrir un negocio de hamburguesas mientras miles y miles de coruñeses buscan hamburguesas en el muelle de Batería. Es como si el Orzán de fútbol presenta un fichaje durante la final de la Champions. Pero a veces lo difícil es hacer fácil lo simple.