Un viernes muy accidentado en las calles del centro de A Coruña resultó el 26 de mayo del año 2000, en el que se registraron dos atropellos y una colisión en un intervalo de media hora, entre las 12.05 y las 12.36 de la tarde. La plaza de Lugo, Juan Flórez y el túnel de María Pita fueron las vías en las que se produjeron los accidentes de tráfico. Ese fue uno de los asuntos destacados por El Ideal Gallego tal día como hoy hace un cuarto de siglo. En 1975, 50 años atrás, era noticia el espectacular incendio que calcinó una droguería en la calle Rey Abdullah, afortunadamente sin daños personales. El 27 de mayo de 1950, hace 75 años, el periódico detallaba el hallazgo de un cadáver en el bajo de la casa con el número 26 de la calle Florida.
El centro de A Coruña registró ayer, 26 de mayo de 2000, tres accidentes de circulación en un intervalo de media hora. El primer suceso se produjo a las 12.05 horas en la plaza de Lugo, cuando el vehículo de la marca Golf atropelló a un hombre de 54 años, con las iniciales J.J.O.B., cuando cruzaba por la carretera. En el lugar del accidente se personó un equipo de la Cruz Roja para practicar los primeros auxilios al herido, que presentaba contusiones leves. Posteriormente, a las 12.30 horas, en la confluencia de la calle Juan Flórez con Cabo Santiago Gómez, la mujer con las iniciales M.R.F. fue atropellada por un vehículo. Efectivos del servicio de urgencias sanitarias 061 atendieron a la herida y la trasladaron al hospital Juan Canalejo para verificar su estado. Minutos más tarde, a las 12.36 horas, en el interior del túnel de María Pita, se produjo la colisión entre dos automóviles.
Por otra parte, la comisión municipal de gobierno ratificó ayer el balance de ingresos del servicio de la Casa de las Ciencias correspondiente a 1999 y que incluye las recaudaciones por entradas de la Casa de las Ciencias, la Domus y el Aquarium Finisterrae. Los ingresos fueron durante ese período de 289 millones de pesetas, aunque más de 222 millones (más del triple que los otros dos museos) corresponden al acuario.
Un espectacular incendio, afortunadamente sin graves consecuencias debido a la rápida intervención de los Bomberos, se declaró sobre las once de la noche del pasado domingo, 25 de mayo de 1975, en una droguería situada en el bajo de la calle Rey Abdullah, esquina con Fernando Macías. La droguería es propiedad de José Castro Lage, que tiene su domicilio en el primer piso de la citada casa, y en la misma, en calidad de subarrendado, tenía instalado un pequeño taller de zapatería Andrés García González.
Las pérdidas materiales causadas por el incendio se calculan en unas seiscientas mil pesetas. La rápida intervención de los Bomberos impidió que las pérdidas fueran mayores.
Mientras, el Deportivo, recién ascendido a Segunda División, se impuso cómodamente al Caudal en Riazor por tres goles a cero.
En el bajo de la casa número 26 de la calle Florida, donde estuvo instalado un bar, fue descubierto en la mañana de ayer, 26 de mayo de 1950, el cadáver de un hombre, que resultó ser el del propietario del establecimiento, Ricardo Ponte Santos. El cuerpo llevaba en dicha casa mes y medio, y fue descubierto por el hedor que desprendía y que fue advertido por un guardia municipal que dio aviso al Juzgado. Personado este en el lugar, procedió a abrir el local, hallando el cadáver al lado de la puerta.
No presentaba señales de agresión y el bajo estaba cerrado por dentro, por lo que se descarta la existencia de un acto delictivo. Parece ser que Ricardo Ponte vivía solo y que falleció por causas naturales. El cadáver, por orden judicial, fue llevado al Depósito del Cementerio, donde fue reconocido y se le hizo la autopsia.