La falta de presupuestos impide cubrir las bajas de la Policía Local

La falta de presupuestos impide cubrir las bajas de la Policía Local
Agentes de la Policía Local, durante una actuación | quintana

Esta semana, el Ayuntamiento presentó los nuevos equipos de la Policía Local para el control de tráfico: drones, etilómetros de última generación, radares veloláser e incluso un Control-Car, para sancionar a los vehículos mal estacionados. Pero aunque los medios del 092 crecen cada vez más, sus recursos humanos menguan: el Cuerpo municipal ha entrado en 2022 con poco más de 330 agentes, lo que es menos de la media de otros años, cerca de un 5% menos. En parte, el problema es la falta de presupuestos

Hay que tener en cuenta que la Policía Local cuenta, en a Relación de Puestos de Trabajo, con unos 410 empleos, pero lo normal es que ronden los 360. En los últimos años, la situación se ha agravado con la entrada en vigor de una ley que permitía a los agentes municipales jubilarse antes. Ya a principios del año pasado, la Policía Local sufrió un revés cuando 34 agentes decidieron acogerse a la nueva ley que entró en vigor y que les permitía prejubilarse a los 59 años de edad. Esto redujo en un 13% la plantilla.


Las prórrogas en las cuentas anuales impiden anticiparse a las bajas que se producen cada año por jubilación 



Las ofertas de empleo público posteriores permitieron recuperar agentes pero existe un problema: como tantas otras csoas, las ofertas de empleo público dependen de los presupuestos, que a día de hoy siguen negociándose entre la Marea y el PSOE. Como el Gobierno de Inés Rey decidió prorrogar los presupuestos de 2020, alegando que la pandemia hacía imposibles las previsiones habituales, significó que no se podían emplear nuevos agentes. Se hicieron, eso sí, promociones internas, como las de tres inspectores que eran muy necesarias.



Cuestión de semanas


La alcaldesa, Inés Rey, estimó que “en las próximas semanas” se cerraría el acuerdo que está negociando el concejal de Hacienda y Personal, José Manuel Lage, Sin embargo, aunque sea así, formar nuevos agentes es n proceso lento: tras la oferta pública hay que convocar las oposiciones, quizá este mismo año, y luego los policías en ciernes deben pasar nueve meses formándose en la Academia Galega de Seguridade, con lo que probablemente no estarían listos para entrar en servicio hasta finales de 2023 o principios de l año 2024, si todo marcha bien.

Todavía queda por saber, además, de cuántas plazas serán las ofertadas, aunque lo más probable es que sean quince, para prevenir precisamente, lo que ocurrió en 2019, que la jubilación de una promoción numerosa se deje notar en la plantilla.

A día de hoy, a pesar de la mejora de los medios tecnológicos por lo que se apuesta con fuerza, el factor humano sigue siendo imprescindible, sobre todo porque es mucho más difícil de adquirir. 

La falta de presupuestos impide cubrir las bajas de la Policía Local

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