Esta tarde saltaron las alarmas cuando la Policía Nacional inspeccionó un banco en la zona del Obelisco. Una patrulla canina se unió a los agentes desplegados tras aparecer una mochila que parecía sospechosa, por lo que la zona fue acordonada mientras investigaban tanto en el banco como en la papelera. Felizmente, todo quedó en una falsa alarma.
Pasados varios minutos, el dispositivo policial llegó a su fin, desmintiendo que en el interior de la mochila hubiera algún tipo de explosivo o droga, como especularon algunos de los presentes. De hecho, todo sucedió tan rápido que, una vez se marcharon los agentes, muchos de los transeúntes ni siquiera llegaron a enterarse de lo sucedido.
Fuentes de la Policía Nacional aseguran que les llegó el aviso de una mochila sospechosa y por eso mandaron a varios agentes al Obelisco. Al final, todo fue una falsa alarma, pero las personas que paseaban por la zona se mantuvieron expectantes ante el rápido y extraño despliegue en pleno centro de la ciudad.