El edificio de propiedad municipal situado en la esquina de Marqués de Pontejos con San Nicolás ha perdido ya parte de sus andamios, como paso previo a la inauguración, que lleva retrasándose tanto tiempo. Esta obra, una herencia de la Marea, que adquirió los edificios, consiste en rehabilitar y ampliar un inmueble para construir cinco viviendas sociales que se entregarán en régimen de alquiler a colectivos con problemas de acceso a la vivienda.
En junio de 2022, el Ayuntamiento aprobó la licitación de las obras por 1,7 millones de euros, pero nada marchó como se esperaba. La obra tenía un plazo de tiempo de diez meses, y debía haberse concluido en agosto de 2023, pero ya en junio de ese año, la empresa pidió la primera solicitud de ampliación, de cuatro meses. Es decir, que debería haber terminado en diciembre de 2023. Pero no fue así, y comenzó a aceptar prórrogas. La última demora se firmó en marzo, para entregarlo el 31 de mayo.
La empresa alega toda clase de imprevistos. Por ejemplo, que la subcontrata ha incumplido el suministro de material de carpintería exterior, y que ha tenido que contratar a otra. Además, también han encontrado “una dificultad extrema” para conseguir mano de obra.