Históricos del rock coruñés, con más de 35 años a sus espaldas, Doctor Snob publica en los próximos días su nuevo disco, ‘Donde arrecia el vendaval’, diez temas que, tal y como apuntan dos de sus integrantes, el bajista y vocalista Ricky Rodríguez y el batería Mauro Dona, abordan el paso del tiempo y cómo este “nos va atrapando”.
¿Cómo se gestó el lanzamiento de ‘Donde arrecia el vendaval’?
Ricky: Como nos suele pasar, lleva gestándose desde que acabamos el anterior, en 2020.
Mauro: Empezamos a compoñer na etapa postpandemia.
Ricky: La grabación la empezamos a primeros de 2024, vamos un poco a nuestro ritmo. Con mucha calma. Casi año y medio (ríen).
Como los buenos guisos, a fuego lento.
Ricky: Exacto, muy lento
Mauro: Con moita calma (ríen).
Ricky: No tenemos prisa. No tenemos una compañía de discos detrás. No es un disco para vender miles de copias, ni se intenta. Es un disco hecho con cariño, y el cariño es el tiempo.
Son diez temas, ¿destacarían alguno?
Ricky: Hay uno, ‘Lectores de bestsellers’, que destaca porque le metimos vientos, un tema con un ritmo más rockabillero, psychobillero. Al que arranca el disco le metimos un piano y colabora un antiguo componente de Los Elegantes, Emilio Galiacho. Y el que sacamos de single nos pareció muy radiable, ‘Lo que quiero escuchar’. Pero, en general, estamos muy contentos.
En uno de los temas, ‘Viejo reloj’, cantan que “ojalá que el tiempo viajase hacia atrás”. ¿Es deseo por volver a algún tiempo pasado que fue mejor?
Ricky: (Ríe). Creo que nos quedó todo el disco que habla del paso del tiempo. Puede que porque ya vamos teniendo una edad. Creo que de las diez, dos son de amigos que se murieron, otra habla de la vida que es dura... todo va en ese sentido de que el tiempo nos va atrapando, aunque no queramos.
Mauro: Igual tamén coincidiu que empezamos a compoñer co 35 aniversario do grupo.
Esa canción que habla de lo dura que es la vida es ‘Amarga es’. Un tema un poco pesimista...
Ricky: Hay ocho composiciones postpandemia, pero hay dos, ‘Amarga es’ y ‘Calle Soledad’, que son antiguas. Es una letra muy pesimista, compuesta por un guitarrista de hace muchos años. No es ninguna alegría de canción (ríe). Es muy característica del disco. Porque incluso la portada del disco son esos tonos oscuros... No es una portada negra, no es el ‘Black album’ de Metallica, pero todo es oscuro (ríen).
Hablaban del paso del tiempo. Son 36 años de carrera. ¿Se marcaron, o se marcan, objetivos a cumplir?
Ricky: Somos de objetivos pequeños y a corto plazo. Esta entrevista, que salgan conciertos, que más gente nos conozca... Llevamos 36 años y nunca fuimos al Noroeste (ríe). Llegar al Noroeste, al Festival da Luz... pero tampoco queremos un despendole, solo un paso más, no queremos dar un castañazo y tocar en todos los festivales.
Mauro: Seguir pasándoo ben.
Ricky: Seguir pasándolo bien, ensayando, tocando, creando canciones nuevas. Ya es complicado hoy en día tener un grupo de canciones propias y poder seguir con nuestro ritmo, que no son muchos, pero diez, doce conciertos al año, quince... ese es el objetivo. Que vean que seguimos, seguir vivos.
Hace años, Nonito Pereira decía que estaban en el ‘Hall of Fame’ del rock coruñés.
Ricky: Sería por los años, porque quizá somos de los más longevos, no creo que sea por méritos o deméritos (ríen). La primera vez que salimos en prensa fue por un artículo que nos hizo él, cuando éramos Los Náufragos, se titulaba algo así como ‘Rock costero para sobrevivir’. Se largó un articulazo (ríe).