Tras años de misterio y especulación, el programa de la RTVG 'Hora Galega' ha revelado la identidad de uno de los líderes del colectivo conocido como Los Jinetes Enmascarados, un movimiento social que ha ganado notoriedad en los últimos tiempos por sus acciones simbólicas y pacíficas en defensa de la justicia y la libertad. El rostro tras la máscara de uno de sus jinetes es el de Antonio Manuel Oróns, natural de Coristanco, conocido dentro del grupo como Zeus.
Oróns no solo es uno de los jinetes, sino también el CEO de la asociación y principal impulsor del movimiento. Bajo su liderazgo, Los Jinetes Enmascarados han evolucionado desde una pequeña iniciativa ciudadana a una organización con más de 50.000 integrantes, que actúa como una plataforma de denuncia frente a conflictos sociales, desigualdades estructurales e injusticias sistémicas.
La asociación se define por su compromiso con la justicia social, la equidad y la visibilización de problemas que a menudo quedan fuera del foco mediático o político. Sus acciones, siempre simbólicas y no violentas, buscan ejercer una "presión pasiva", es decir, poner el foco en situaciones de conflicto sin recurrir a la confrontación directa. “La máscara no es para ocultarnos, sino para representar a todos los que no tienen voz”, declara Orónsa.
Uno de los aspectos más llamativos de Los Jinetes Enmascarados es su estructura totalmente altruista. La participación está abierta a cualquier persona comprometida con los valores del movimiento, y sorprendentemente, los gastos operativos son cubiertos por un pequeño grupo de personas anónimas que financian la iniciativa sin buscar protagonismo.
Este modelo ha permitido que el grupo se mantenga activo sin depender de subvenciones públicas ni patrocinadores privados, lo que garantiza su independencia ideológica y operativa.
Con la identidad de Zeus revelada, muchos se preguntan si esto marcará un antes y un después en la historia del colectivo. Para sus seguidores, esta revelación no debilita el movimiento, sino que lo humaniza y refuerza su legitimidad.