Un nuevo torneo de referencia nacional escogió A Coruña como sede perfecta para consignar un nuevo campeón. No obstante, y pese a que el triatlón acaparó el protagonismo de la urbe herculina, otro juego –en este caso más de interior– ocupó la atención de más de 120 personas a tan solo unos metros del castillo de San Antón: el bridge. Así, un gran porcentaje de gallegos –en su mayoría coruñeses– sacaron ayer su mejor baza en el tapete y llenaron de habilidad mental y memoria las instalaciones del Real Club Náutico de A Coruña.
El deporte olímpico, que se estrenó en Pekín 2008, llegó a la ciudad para celebrar una de las citas de la Asociación Española de Bridge (AEB) más esperadas del año, la trigésimo octava edición del Torneo de Bridge Ciudad de La Coruña, una competición de culto para los amantes de este juego de cartas de cuatro jugadores que forman parejas y que consiste en que, en cada ronda, uno de los dúos debe ganar como mínimo un número de bazas previamente acordado en una subasta entre los jugadores que, durante el viernes pasado y el día de ayer, decidieron poner las cartas sobre la mesa. Sus aficionados señalan que el bridge, además de mejorar las actividades mentales, desarrolla el trabajo en equipo, estimula la planificación estratégica e incrementa la capacidad social, ya que se juega por parejas o equipos.
El evento, que contó con la presencia de participantes procedentes de países como Portugal o el Reino Unido, se disputó en dos sesiones diferentes. El torneo empezó el pasado viernes, 30 de mayo, y continuó ayer, cuando después de tres horas, la organización dio a conocer a los ganadores de esta edición.
En esta ocasión, el oro viajó al país vecino, Portugal. El tándem formado por Miguel Cerquinho y José Antonio Sousa superó a las otras cuatro parejas de esta segunda sesión y se llevó el primer premio del Real Club Náutico de A Coruña.