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miércoles | 24 abril | 2024
El descenso de la natalidad y el envejecimiento poblacional suponen una sangría demográfica imparable en la comunidad que conduce a un despoblamiento generalizado. A Coruña es prueba de ello, tal y como indican los últimos datos publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), que indican que la ciudad registró el pasado año la cifra de nacimientos más baja de los últimos 23 años: 1.575 (109 menos que en los doce meses de 2018).
Hay que remontarse hasta 1996, es decir, 23 años atrás, para encontrar un dato menor (1.571). Desde aquel ejercicio, los nacimientos fueron incrementándose de forma progresiva, hasta llegar a su punto más alto en el año 2008, previo a la crisis, con 2.259. A partir de ese año los números se mantuvieron estables, hasta volver a caer en 2013, ejercicio en el que se registraron 1.979 nacimientos.
Es ahí cuando comenzó la tendencia que ha desembocado en la situación actual. Pero la crisis poblacional no solo se mide según los alumbramientos que se registren cada año. Las defunciones son el otro factor clave para medir el saldo vegetativo de la población, y, tal y como ocurre con los nacimientos, el dato es alarmante en A Coruña.
Saldo vegetativo
En 2019 hubo 2.454 fallecimientos en A Coruña, lo que, si se compara con el número de nacimientos, da lugar a un saldo vegetativo negativo, con 879 muertes más que alumbramientos, según el Instituto Galego de Estadística. Una situación crítica que afecta más a las mujeres, ya que en el ejercicio anterior nacieron 778, frente a los 797 hombres. También fallecieron más, con 1.240 defunciones de mujeres, frente a las 1.214 de varones.
El registro del IGE sitúa al año 2008 como el que mejor saldo vegetativo tuvo, con tan solo un fallecimiento más que nacimientos. Unido a los preocupantes datos de 2019 se encuentran los obtenidos en los dos ejercicios anteriores, cuando en 2018 hubo un saldo negativo de 946 y en 2017 de 746.
El Instituto Galego de Estatística indica, además, que el año 2019 formalizó más matrimonios que el año previo, con 941 uniones frente a las 884 selladas en 2018. Se trata del cuarto año con menor cifra de matrimonios, solo superado por los malos datos obtenidos en los ejercicios de 2014, 2013 y el 2011.
