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domingo | 28 abril | 2024
El concejal de Fomento, Gonzalo Castro, reclamó ayer que los torques ártabros de la Edad de Hierro hallados en la comarca de As Mariñas permanezcan en el castillo de San Antón, “donde fueron depositados y están siendo estudiados”. Respondía, así, a la petición del Ayuntamiento de Betanzos a la Xunta para que fuesen trasladados al Museo de As Mariñas.
Ambas piezas fueron encontradas en la misma parcela, “unha leira que non se ubica en Betanzos”, puntualizó el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, y tienen características que los convierten en “únicos”, dijo el investigador Xosé Lois Armada, técnico del Instituto de Ciencias del Patrimonio del Centro Superior de Investigaciones Científicas, quien está analizando los restos junto a Carlos Otero.
Después las primeras valoraciones, los expertos establecen que una de las piezas es la primera que cuenta con un chapado completo de oro incluso en las partes terminales y el otro es el que tiene el mayor contenido de oro entre todos los encontrados. “Este tipo caracterízase por posuír remates en periña e decoración de fíos enrolados nos terzos laterais, con motivos en espiral con botón central que delimitan a zona lisa”, apuntó Armada.
Armada apuntó que ”seguramente conformaban un único depósito” en un entorno donde probablemente había castros. Son, dijo, “torques de oro galaicos”, uno de 390 gramos y otro de 365 gramos, el primero de 147x143 milímetros con 11 de diámetro y el segundo con 161x138 milímetros, con 18 de diámetro.
El Gobierno de Betanzos ha pedido a la Xunta que los hallazgos se depositen en el Museo de As Mariñas. El primer torques se encontró en mayo, por lo que el Gobierno gallego inició en la misma zona una prospección, aunque los estudiosos apuntaron que no esperaban encontrar nada más allí. La sorpresa llegó el pasado fin de semana, cuando apareció el segundo objeto. Román Rodríguez agradeció a la persona que encontró y cedió las piezas “a súa discreción e o seu xesto por Galicia”.
Para la alcaldesa betanceira, María Barral, el museo de su localidad, que este año cumplió 40 años –y que cuenta con una sala con medidas de seguridad en la que se exponen otras piezas similares localizadas en la comarca–, “sería el lugar idóneo para su exposición”.
Uno de los torques tiene más de un 87% de oro, por un 12% de plata y un añadido de cobre. El segundo es solo de oro por la parte exterior, pues la interna contiene una aleación con plata y algo de cobre.
Este tipo de orfebrería con plata “podría ser del final de la edad de bronce”, pero Armada lo sitúa entre los siglos I antes de Cristo y I después de Cristo. El georradar no ha dado más resultados en la parcela.
