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domingo | 28 abril | 2024
No hay un solo sector de la sociedad que se resista a los usos sociales, y menos si éstos tienen que ver con la digilitalización y el hacer las cosas más sencillas. Sin embargo, en la ciudad donde aún existen locales reacios al cobro con TPV, existe un ligero debate sobre la idoneidad de aceptar el Bizum como forma de transacción.
Los métodos de suscripción, el reconocimiento facial y demás variantes ya son utilizadas en Europa por empresas que se dedican a la restauración. En España, algunas compañías potentes como KFC también facilitan vías alternativas que, por el índice de penetración en la sociedad, todo parece indicar que serán principales. Según datos oficiales, Bizum tiene a comienzo de 2024 más de 25 millones de usuarios en toda España, lo que hace que rebase por primera vez la mitad de la población española. Además, sólo durante el primer día de septiembre registró 3,4 millones de operaciones, lo que deja la media en 40 por segundo.
Incluso órganos tan tradicionales y rígidos como la Real Academia Española acaban por plegarse y claudicar a las modas, o mejor dicho a los nuevos hábitos. Sin embargo, en la hostelería el debate se encuentra todavía en una fase embrionaria con un buen número de recelos. “Nosotros no lo consideramos, preferimos que se pague por tarjeta y que la gente divida la cuenta”, afirma Héctor Cañete, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña. “Somos conscientes de que no para de crecer, pero aún lo vemos lejano como método de pago, porque debes tener un número asociado y habría que formar al personal, así que el registro tiene su complejidad”, añade.
A diferencia de la hostelería tradicional, en la que acostumbra a realizarse una única transacción una vez consumido el producto, la noche ofrece mucho más dinamismo. Los pubs y las discotecas han visto cómo sus clientes se sacudían el cash de los bolsillos y se acercan a la barra tarjeta o móvil en mano. Sin cambio y con la TPV de arriba a abajo. Por eso, el homólogo de Cañete en el ocio nocturno, Luis Diz, pronostica una realidad más a corto plazo. “Es posible dentro de muy poco”, advierte.
Por su parte, Emilio Ron, con negocios tanto en el día como en la noche, se acerca más a la postura de Diz que a la de Cañete. Cree que son los locales los que deben adaptarse a los clientes y no al revés. “Este año es posible que ya veamos el pago con Bizum en muchos locales. El setenta por ciento de la venta de noche es a través de medios electrónicos, por lo tanto tendrá adeptos a punta pala”, dice.
Si una zona de la ciudad sabe de hábitos y costumbres importadas esa es La Marina, donde los bolsillos de los turistas suenan cada vez menos a cobre. Quizás por eso Alberto Boquete, presidente de los hosteleros de la zona, se inclina por abrir el abanico de posibilidades. “Nosotros no lo utilizamos, pero es una forma de pago que puede ser cómoda para los clientes. Sí que hay clientes que para temas de eventos que nos han preguntado”, asevera. “Como todo, creo que acabará por llegar si se gestiona bien y es cómodo para ambas partes”, puntualiza.
Un paso más allá va Carlos Pereiro, propietario de O Faiado y Studio 54, a quien Bizum le plantea ciertas dudas por los trámites. “Hay que justificar los movimientos y tienes que tener un móvil de empresa sólo para eso. Veo más factible pagar en bitcoins”, pronostica.
Con más de medio siglo de trayectoria en la ciudad, pero en pleno proceso de actualización de proyecto, Chaston se ha convertido en uno de los locales más transversales.
Rubén Vázquez cree que el futuro es imparable y que el local debe adaptarse al mismo. “Aún hay mucho efectivo en la noche, pero va a llegar, igual que un sistema más digitalizado, con fidelización, en el que todo llegue desde el móvil”, finaliza.
