Las cinco tragedias marítimas recientes cercanas a la costa coruñesa: del Erkovit al Prestige

Estos son algunos de los muchos naufragios y accidentes habidos en estos años en las costas de Galicia más cercanas a la coruñesa. Desde el Erkovit, que quedaría varado en la playa de Bastiagueiro, hasta la marea negra del Prestige, pasando por el Urquiola, el Casón y el Mar Egeo y sus nubes negras en la Torre de Hércules
Las cinco tragedias marítimas recientes cercanas  a la costa coruñesa: del Erkovit al Prestige
Nubes de humo, tras el incendio del Aegean Sea, al pie de la Torre

Los naufragios marítimos en nuestras costas se vienen produciendo desde una época remota y algunos de gran envergadura. Es el caso del carguero Erkovit. Esta naufraga en octubre de 1970 y queda varado en la playa de Bastiagueiro, en Oleiros.


Hasta el arenal oleirense se desplaza numerosos curiosos  que, para su sorpresa, ven cómo sobre la arena aparecen electrodomésticos y latas de mantequilla, a los que se encargan de dar salida. La alarma surge cuando, los 2.000 bidones de pesticida que portaba el barco van a parar al mar contaminando sus aguas, lo que provocó la prohibición de la pesca de bajura y marisqueo durante un tiempo. Los afectados de esta catástrofe nunca recibieron ayuda alguna por las pérdidas de su inactividad.        

                         
En 12 de mayo de 1976, a la entrada de la bocana del puerto coruñés tiene lugar la tragedia del buque tanque Urquiola, que transporta un cargamento de 108.000 toneladas de crudo para la refinería Petroliber, en La Coruña. Había sido construido solo tres años antes,  en 1973 por los Astilleros Españoles SA de Sestao. 


En una maniobra en la aproximación al puerto roza unos bajos no señalizados en las cartas marinas. En los intentos de alejar al barco tras chocar con el fondo, explosiona la nave y, como consecuencia, pierde la vida su capitán, Francisco Eduardo Rodríguez Castelo. La catástrofe producida por la marea negra dura bastante tiempo y acaba por arruinar la riqueza pesquera de la costa coruñesa.     


El 5 de diciembre de 1987, el carguero Cason navega en medio del temporal cercano a la costa gallega. Toca fondo en la playa de O Rostro, en Finisterre, donde pierden la vida 23 de sus tripulantes. Nunca se supo el contenido químico de su carga, pero su peligrosidad debía de ser elevada, cuando los bidones, al caer al mar, al contacto con el agua, explotan. Esto provoca el pánico entre los vecinos del lugar, que huyen de sus casas y de la zona por temor a que las deflagraciones contaminen el aire. 


Tiempo más tarde, una vez pasado el temporal, se procede a retirar los bidones intactos y son trasladados, en medio de fuertes medidas de seguridad, a la planta de aluminio de San Ciprián y embarcados con destino a Holanda.


El 3 de diciembre de 1992, el Aegean Sea (Mar Egeo) inicia una arriesgada maniobra de entrada al puerto coruñés y en el medio de la noche se ve empujado por la fuerza del mar y del viento, desviando su rumbo, hacia el acantilado de Punta Herminia, quedando atrapado al pie de la milenaria Torre de Hércules, transportando 79.000 toneladas de petróleo.


En el momento de la evacuación del barco se produce una explosión en los tanques, ocasionando que miles de toneladas de combustible ardan y otras miles más, se expandan en el mar, que tiñen de negro la costa coruñesa. El 13 de noviembre de 2002 a las 15.15 horas, el Centro de Coordinación y Salvamento recibe una llamada de socorro del buque-tanque Prestige, un monocasco abanderado en Bahamas. Lleva a bordo 77.030 toneladas de fuel-oil pesado, tipo M-100. 


El barco, procedente de Ventspils (Letonia) navega con destino a Gibraltar con 27 tripulantes a bordo entre marineros y oficiales. Según el capitán Apóstolos Mangouras, se hallan a 27 millas al oeste de Finisterre. En ese instante el buque tiene un ángulo de escora de 30° y amenaza con hundirse. Poco después, su capitán ordena inundar los tanques 2 y 3 de babor para estabilizar al barco. 


La situación más crítica se vive el día 14, cuando este se halla a solo 4,5 millas de la costa del cabo Touriñán. Es necesario tomar medidas urgentes. A bordo del Prestige da inicio el proceso natural de su deterioro por efecto de la erosión del mar y comienzan a desprenderse planchas de acero del casco del costado dañado. Esta pérdida de la estructura ocasiona más tarde su rotura y posterior hundimiento.

 

Los restos del Prestige descansan sobre el lecho marino con 20.000 o 30.000 toneladas de fuel-oil pesado en sus tanques


Las autoridades en tierra valoran lo más conveniente, dónde dirigirlo. Así, se barajan varios puertos, comenzando por el de La Coruña, al ser el más próximo en la ruta del Prestige, pero su entrada supone un riesgo. También se estudia llevarlo a Ferrol y se desecha por su complicado acceso, y se habla de Ares, descartando dicho punto al no ser aconsejable por inseguro, debido a su calado. 


Asimismo, se propone fondearlo al NW de la Marola, donde quedaría expuesto al temporal. En última instancia llevarlo a Vigo, pero allí existe el mismo problema que en Ferrol. Solo queda un posible refugio: la Ría de Corcubión. Pero su travesía no está exenta de peligro al ser zona abierta de temporales sur-suroeste y, al no ofrecer garantía su resguardo, se descarta-Ante la imposibilidad alojarlo en ningún lugar, se decide alejarlo de la costa e intentar combatir la recogida del fuel en el mar. El 16, con vientos de componente norte llega a las playas la primera parte de la marea negra, unas 6.000 toneladas, y contaminan 190 kilómetros de costa.

 

El crudo que almacenaba se logra extraer meses más tarde del interior del buque, en una operación inédita 


El 19, a las 08.00 horas, la estructura del buque se pliega sobre la cubierta y se parte en dos, a 132 millas al oeste-suroeste de la costa de Finisterre. La popa se hunde a las 11.45 horas y la proa, a las 16.18, alcanzando una profundidad el pecio de popa de 3.830 metros y la proa de 3.565. 


Los restos del Prestige descansan sobre el lecho marino con 20.000 o 30.000 toneladas de fuel-oil pesado en sus tanques. La marea negra invade las costas de la cornisa gallega y alcanza más tarde la cántabra y las playas de Francia. El crudo que almacenaba se logra extraer meses más tarde del interior del buque, en una operación inédita hasta el momento, empleando medios de robótica. 

Las cinco tragedias marítimas recientes cercanas a la costa coruñesa: del Erkovit al Prestige

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