Casi la mitad de la flota de arrastre permanece amarrada por la subida del precio del gasoil

Casi la mitad de la flota de arrastre permanece amarrada por la subida del precio del gasoil
Los barcos de pesca se hallan atracados a la espera de una bajada de los precios del combustible | patricia g. fraga

La situación de crisis provocada por el alza desmesurada en los precios de combustible se está agudizando rápidamente, tanto en tierra como en mar. Ayer, el presidente de la Lonja, Juan Carlos Corrás, notificó que ya hay diez barcos de pesca de arrastre amarrados en el muelle de Oza. La semana pasada solo era uno pero, a medida que van consumiendo el combustible de sus depósitos, deciden quedarse en tierra en vez de salir a faenar. ““Hoy a duras penas hemos abastecido el mercado local”, apunta Corrás.


Actualmente, la flota está compuesta por poco más de veinte barcos, así que casi el 50% no ha salido a faenar. “Alguno tenía algo de combustible, así que pudo salir a pesar, pero luego regresas y no puedes mover el pescado, no están dejando sacarlo”, explica el presidente de la Lonja, que se refiere a los piquetes de camioneros en el acceso al muelle de Oza.


En efecto: el sector de los transportes es uno de los más afectados por la subida de combustible y desde la medianoche del domingo una plataforma ha convocado un paro a nivel nacional y que han seguido muchos transportistas en A Coruña, donde han montado un piquete frente al muelle de Oza. Eso significa que solo han podido salir las furgonetas pequeñas que abastecen a los mercados locales.


Tapiar los accesos

Esto se traduce, lógicamente, en una bajada de precios: al no poder mandar el producto por toda España, los productores tienen que darle salida a un precio menor. Corrás calcula que el descenso puede haber sido del 20 o el 30%. Este hecho, unido al de que las capturas cayeron a la mitad (algo menos de 40 toneladas) explica por qué en mercados municipales importantes, como el de la plaza de Lugo, el pescado desapareció pronto de los puestos. Y las perspectivas son que la situación empeore a medida que pase el tiempo.


Corrás recuerda que “en el año 2008 habíamos tenido una crisis derivada del precio de combustible que nos hizo bastante daño y varios barcos no pudo reanudar su actividad, y quedaron tocados. En aquella época, el gasoil superó el 0,6 euros el litro y ahora ya hemos pasado el 0,85”.


Algunos barcos no se recuperaron de aquella crisis y ahora podría ocurrir lo mismo. Como señala Corrás, “venimos de atravesar un periodo de penurias con el covid y el incremento de la energía eléctrica, todo va sumando, y al final, el pescado no te da para más”.


El presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, confirmó que la protesta de los camioneros afectó al transporte de pescado y al movimiento de mercancías, que está “prácticamente paralizado”.


Primeros incidentes

La huelga de transportes registró ayer su primer incidente. Este se localizó en la carretera N-634, en el kilómetro 658, en Curtis. Allí, un piquete daba el alto a los camiones. Según la Delegación de Gobierno, obligaron a un transportistas a detenerse a medianoche, y le quitaron las llaves. Pero volvió a las tres de l a madrugada con otro juego y pudo marcharse.


Al mediodía, el número de camiones estacionados en el arcén de la carretera rondaba ya la veintena y los conductores tenían problemas para atravesar el piquete. Todo confluyó con la aparición de la guardia civil, que identificó a dos sujetos.

Casi la mitad de la flota de arrastre permanece amarrada por la subida del precio del gasoil

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