Una cámara de seguridad vigila los vehículos en la calle Compostela

Una cámara de seguridad vigila los vehículos en la calle Compostela
La cámara se encuentra en el cruce con Picavia | Javier Alborés

En el cruce de la calle Picavia con Compostela, la actriz Marion Cotillard observa desde un cartel a los transeúntes. En el poste de ese cartel, un ojo electrónico también está avizor, de una forma mucho menos sugerente. La cámara electrónica fue instalada allí por orden de la Concejalía de Movilidad como parte del nuevo sistema de seguridad que controla los accesos de la zona peatonal, impidiendo que vehículos no identificados se puedan colar en esta zona, más allá de los de carga y descarga y de los vecinos con garaje en esa calle. 
 

Teóricamente, es posible sancionar desde esa cámara, puesto que se controla desde la sala de pantallas de la Policía Local, en la estación de autobús. No sanciona automáticamente, pero es posible distinguir la matricula de un vehículo infractor si los agentes están atentos. Por ejemplo, si se produce una nueva rotura del banco que se encuentra en esa esquina, y que ya ha sido reparado varias veces, porque conductoras despistadas (fueron dos) no lo ven cuando tienen que maniobrar con su vehículo, dado que se descarta que 

haya sido a posta. 
 

No hay que confundirlo con cámaras como la de La Marina, que disponen de un lector de matrícula y que sancionan automáticamente a cualquier vehículo no autorizado que circule por allí. Estos dispositivos suponen la fuente más grande de multas de la Policía Local desde su puesta en marcha allá por 2017. A día de hoy sigue multando a unos 40 conductores despistados al día. A esto hay que sumar las cámaras de doble fila que se encuentran en vías clave del centro de la ciudad, como Juan Flórez. En total, 62 cámaras con capacidad sancionadora dispone la Concejalía de Movilidad, que son responsables de la mayoría de las multas tramitadas.


Smart City

Un caso distinto son las cámaras del viejo proyecto de Smart City, que el Gobierno de Carlos Negreira elaboró con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). La idea era instalar sensores en puntos y servicios estratégicos de A Coruña para hacerla una ciudad más eficiente. Negreira consiguió 11,5 millones de euros e instaló las restantes cámaras, pero nunca llegó a activarlas En realidad, el PP nunca llegó a ejecutar más del 35% del presupuesto, según señaló la Marea al llegar al poder
 

A día de hoy, esos mismos dispositivos siguen en calles como la de Estrella, vigilando el paso de vehículos en zonas peatonales, pero sin cumplir realmente su función sancionadora.  Hay que señalar que también por entonces se instalaron las cámaras de Vía Prioritaria Vigilada (VPV) que son las mismas que ahora multan en doble fila, y que se han activado durante este mandato, de manera que no es un desperdicio de dinero público. Por otro lado, la creación este año de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) implica instalar más cámaras, de manera que su número probablemente superará las 200.

Una cámara de seguridad vigila los vehículos en la calle Compostela

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