Los hermanos Enrique y Francisco Tallón Charlón, coruñeses deportados al campo de concentración de Mauthausen, fueron esta mañana homenajeados frente a las dos placas ‘stolpersteine’ que hay en la casa en la que vivieron en la calle de la Franja. El Ayuntamiento y la Asociación para a Recuperación da Memoria Histórica (ARMH) organizaron un bello acto para inaugurar estas losas en el que, además de la lectura de diversos discursos y poemas, participó Silvia Dinhof Cueto, una activista austríaca cuyo padre, el asturiano Víctor Cueto, sobrevivió a Mauthausen, y que instó a los presentes a pensar en la lucha de los deportados a estos campos.
La comitiva, encabezada por el concejal de Cultura y Turismo, Gonzalo Castro, y Carmen García, portavoz de la ARMH, partió de la plaza de María Pita al son de la música de la gaiteira Erea Estévez y llegó hasta el número 14 de la calle la Franja, donde vivieron los hermanos. Ambos contaban ya desde febrero con sus respectivas ‘stolpersteines’ delante del inmueble, pero hoy fueron inauguradas oficialmente. Estas losas de bronce (“piedras de tropiezo”, en alemán) se enmarcan en un proyecto mundial que busca honrar a los deportados a los campos nazis mediante adoquines de pequeño tamaño que se colocan en el suelo frente a los lugares que habitaron, con la meta de recordar sus vidas.
Enrique y Francisco, nacidos en 1912 y 1916, respectivamente, vivieron su infancia en A Coruña y después se mudaron a Barcelona. Ambos se exiliaron en Francia tras la Guerra Civil y participaron en la construcción de la línea Maginot antes de ser apresados por los nazis, que los trasladaron como a muchos otros españoles republicanos al campo de concentración de Mauthausen en 1941. Enrique, al que movieron al subcampo de Gusen, murió en diciembre de ese mismo año. Francisco sobrevivió al horror de Mauthausen hasta la liberación del campo en 1945, y rehizo su vida en Linz, Austria, donde murió en 1983.
Frente a la placa, García agradeció su presencia a los múltiples asistentes y resaltó que un acto simbólico como el de ayer tuvo como objetivo reparar un daño a la memoria colectiva. “Este acto é unha reparación para os irmáns e os seus familiares. Que saiban que o tempo de olvido rematou, e agora é hora de recordar a aquelas persoas”, dijo.
Castro, por su parte, aprovechó su intervención para recalcar el compromiso del Gobierno local para con la memoria histórica. “Desde hai anos, vimos traballando coa ARMH para lembrar aos veciños da nosa cidade que perderon a vida naqueles anos de totalitarismo. E así o seguiremos facendo”, apuntó. Así, quiso agradecer a la asociación su “inmenso e intenso traballo”: “É facer divulgación do que ten acontecido e do que non pode volver acontecer. Enrique e Francisco representan un compromiso e unha loita que ten que ser recordada a cotío e levada ás próximas xeracións”.
La última y más emocionante de las intervenciones de esta jornada para el recuerdo fue la de Silvia Dinhof, quien se atrevió a hablar en un castellano que aprendió de su padre para señalar que personas como los hermanos Tallón Charlón “lucharon por la democracia, por la república”. “Tenemos que seguir hablando de ellos, de sus colores, de sus vidas. Que se piense en su lucha, y en por qué la hicieron”, expresó. Dinhof vino desde Austria con su marido e hijos para participar en el homenaje en nombre de Rosita, hija de Francisco que, por motivos de salud, no pudo asistir al homenaje.