Arreglar un coche en A Coruña es más cuestión de paciencia que de dinero

Las vacaciones de muchos y la lista de espera de otros hace que no haya respuesta para las urgencias
Arreglar un coche en A Coruña es más cuestión de paciencia que de dinero
Un taller anuncia sus vacaciones de agosto | Pedro Puig

Si los coches pudieran hablar, que en cierta medida lo hacen, le llamarían a pasar por el taller algo así como ‘ir al dentista’. El momento en el que esa luz de advertencia aflora en el cuadro de mandos es algo así como una puñalada en el estómago, con complicaciones en la zona del bolsillo. No obstante, por muy boyante que esté la economía, durante este mes de agosto se hace más que complicado pasar por el mecánico y arreglar los contratiempos. O al menos sin que la espera alcance cotas de una cita en el especialista de turno para un ser humano. 


Podría decirse que, básicamente, la reacción de muchos propietarios mirando a su coche cuando este pide papas es algo así como ‘elegiste un mal día para enfermar’. La mayor parte de los talleres mecánicos se encuentran de vacaciones de agosto, mientras que los que siguen trabajando tienen una espera de semanas. Si se habla de especialistas, como es el caso de un taller eléctrico, la odisea es todavía más dura. La cita más próxima que encontró un afectado durante la mañana del viernes, después de probar suerte en 15 alternativas, fue para dentro de dos meses. Finalmente, tuvo que acudir, por recomendación del amigo de un amigo que conocía a un amigo, a un electricista en Arteixo.


El efecto mariposa extiende sus alas hasta los servicios de grúa, que han visto cómo sus aparcamientos se llenan de clientes a la espera de saber cuándo y dónde pueden solucionar los problemas. Algunos, los menos, gozan de vehículo de sustitución, pero no se activa hasta que el asegurado en cuestión ha dado orden de entrada en taller. Y eso se cotiza al alza. “Nos ocurre con siniestros o simplemente con averías en la autopista, que no hay dónde mandarlos”, indica un trabajador del servicio de atención en carretera. Esa situación, habitual en las jornadas no lectivas, ha provocado que, como decía Morrissey, “cada día es domingo” a la hora de poder acometer la reparación de un coche. 

Arreglar un coche en A Coruña es más cuestión de paciencia que de dinero

Te puede interesar