El 17 de octubre se celebra el Día Mundial del Dolor, promovido por la
Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) y la Organización Mundial de
la Salud (OMS) desde el año 2004. Se calcula que ocho millones de españoles
amanecen cada día con dolor según un informe de la SED (Sociedad Española del
Dolor), elaborado en 2019.
El dolor tiene la función de avisarnos de que algo en nuestro cuerpo no está funcionando
bien, sin embargo, pierde este sentido cuando se convierte en crónico puesto que ya no
sirve para alertarnos. Su manejo es altamente complejo, por lo que a pesar de los
tratamientos disponibles casi un 20% de los pacientes no encuentra una terapia
eficaz.
Un estudio en el que colaboran veinte médicos gallegos ratifica la buena
experiencia de uso del PEA (palmitoiletanolamida) en pacientes con dolor.
La PEA es una molécula que sintetizan las células de nuestro organismo de manera
natural para protegerse de la neuroinflamación y el dolor. En situaciones crónicas, las
células no producen suficiente PEA y es entonces cuando suplementar con
palmitoiletanolamida sintetizada puede ser beneficioso.
En los últimos años la industria farmacéutica se ha centrado en la búsqueda de
sustancias para combatir la inflamación y el dolor, como los derivados del cannabis o
cannabinoides, con posibles aplicaciones terapéuticas. El PEA actúa de una manera
similar, pero, a diferencia de los CBD (cannabidiol) tiene muchas menos trabas
legales, lo que lo convierte en un sustituto natural perfecto.
El PEA se ha estudiado especialmente en pacientes con dolor neuropático en los que
ha fracasado la analgesia habitual. También en pacientes polimedicados o de edad
avanzada que requieren de terapias más seguras y tolerables. Diversos estudios
científicos han demostrado su eficacia para el tratamiento de las lumbalgias, el dolor
más común en el mundo, y recientemente se han realizado interesantes hallazgos en la
prevención de la migraña.
El estudio se ha llevado a cabo por Bioksan entre 170 profesionales de diferentes
especialidades en 23 provincias españolas. Cada médico encuestado atiende a una
media de 400 pacientes al mes, de los cuales 167 tienen dolor.
Las especialidades médicas utilizadas en el estudio han sido: Cirugía Ortopédica y
Traumatología, Medicina General y de Familia, Ginecología, Medicina Interna,
Neurología y Cirugía General.En cuanto al tipo de dolor atendido, el 44% era musculoesquelético, el 25% neuropático, el 16% visceral y un 15%, otros.
Los motivos para prescribirlo fueron que es efectivo, seguro y bien tolerado. Tiene
escasa interacción con otros fármacos y menos efectos secundarios que los
medicamentos convencionales usados en el tratamiento del dolor. Además, el riesgo de
generar dependencia es prácticamente nulo.
Entre las conclusiones principales del estudio destacan que el 95% de los encuestados percibe el tratamiento como natural y el 97% afirma que los complementos alimenticios pueden ayudar a controlar el dolor. Por último, el 100% asegura que concretamente el PEA es útil para el control del dolor.