Sánchez queremos el divorcio

Cuentan que don Manuel, de 87 años, le pidió el divorcio a su mujer después de 60 años de matrimonio. La mujer, sorprendida, le recuerda a don Manuel que ella siempre estuvo a su lado y le dice: cuando te caíste de la bicicleta con 17 años y te rompiste los dientes yo estaba contigo, cuando chocaste con el coche y te rompiste el brazo, yo estaba contigo, cuando te caíste de la escalera en casa y te rompiste la pierna, yo estaba a tu lado, cuando en la mili te explotó la granada bajo el brazo, yo te acompañé, ahora estás en la cama del hospital y yo estoy contigo.


¿Por qué me pides el divorcio? Y don Manuel le responde: “Porque me das muy mala suerte”. Algo parecido le está pasando a Pedro Sánchez. Un gobernante debe de tener talento que demuestre en su gestión y una dosis de suerte que le acompañe en su mandato.


El talento de Sánchez está muy en entredicho y su gafe muy acreditado. No recuerdo otro presidente que haya tenido tanto infortunio bajo su mandato.


Incendios de sexta generación, inundaciones por doquier, “danas” varias de norte a sur, facturas de la luz disparadas y disparatadas, pandemia, crisis migratorias, enfrentamiento con Marruecos, derrota en Afganistán, proliferación de ocupaciones de viviendas, su ministro Marlasca atacando a la oposición apoyándose en una denuncia falsa, su ministra Maroto celebrando el volcán de La Palma como un reclamo turístico, la erupción del propio volcán, unas balas perdidas, nunca mejor dicho, que protagonizaron la campaña electoral de Madrid y de las que nunca más se supo, una pobreza creciente y colas en los comedores sociales, crisis territorial con los independentistas como socios del gobierno, los proetarras de Bildu proclamándose como decisivos en la gobernanza de estado.


Podría seguir, pero tampoco quiero desmoralizarlos, fíjense como será que hasta Zapatero se ha visto superado por Sánchez. Que Zapatero fue un desastre nadie lo duda, recuerden que pasó de decir que España estaba en la Champions de las economías mundiales a anunciar la mayor crisis económica que se recuerda, aún así, es justo recordar que el propio Zapatero creó la UME y eso fue su gran, no sé si único, acierto, pero no se hagan ilusiones, hasta un reloj parado da bien la hora dos veces al día.


Los mal pensados recuerdan la maldición de Tutankamón y comparan el hallazgo de Howard Carter con el desentierro de Franco, tras el cual llegaron muchas de nuestras desgracias.


Carter descubrió la frase escrita en una pared que rezaba: “la muerte golpeará con su miedo a aquel que turbe el reposo del Faraón. Yo no creo mucho en estas cosas, pero, por si acaso, yo no tocaría la Cruz del Valle, no vayamos a empeorar las cosas. 


Tampoco creo que todas las desgracias sean imputables exclusivamente a Sánchez, pero lo que es irrefutable es que suerte, lo que se dice suerte, no nos da.


Por eso le pedimos el divorcio, como don Manuel, el por qué, no creo que sea necesario en este caso. Y ahora a preparar el indulto de Carles Puigdemont…

Sánchez queremos el divorcio

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