Los trabajos para el cambio de pavimento del Paseo Marítimo entran en su recta final. Ayer se abrió un nuevo tramo, y los coruñeses ya pudieron pasear sin tener que ir por las vías del tranvía entre el hotel Riazor y la fuente de los Surfistas. Los operarios apuran ahora las obras a la altura de la fuente de las Catalinas, para que toda la senda esté abierta antes de la noche de San Juan. Pero la reforma del Paseo no se acaba ahí. Pasada la noche de las hogueras, el Ayuntamiento completará el cambio de firme hasta las Esclavas.

La Concejalía de Urbanismo puso en marcha en febrero el proyecto para remodelar un tramo de 1,4 kilómetros del Paseo entre Riazor y el Orzán. Los trabajos, con un coste de 741.000 euros, tenían como objetivo sustituir el anterior firme por un pavimento de hormigón impreso más residente.

El Ayuntamiento aprovechó la reforma para ampliar también el carril bici. Lo hizo dividiendo el espacio que hasta ahora era empleado solo por los peatones. Para distinguir la zona de los ciclistas se usó un pavimento de un color diferente al del resto de la senda. Aunque por el momento solo puede verse en un tramo muy concreto, la idea es colocar los bancos entre el carril bici y el espacio para los peatones para separar las dos zonas.

El Ayuntamiento compró mobiliario nuevo para instalar en la zona reformada del Paseo, y completar así la renovación de la zona. Se esperará también hasta después de la noche de San Juan para colocar el material.