El papa Francisco comenzó ayer su pontificado con una misa solemne, durante la cual le fue impuesto el palio y el anillo del Pescador –símbolos del ministerio pontificio– y en la que hizo una vibrante defensa de la naturaleza y dijo que el poder del papa es el servicio a los otros, sobre todo a los pobres.
Ante unos 200.000 fieles, según datos del Vaticano, el papa Bergoglio, que tras ser elegido pontífice pidió que no se caiga en el pesimismo, invitó a los fieles a la esperanza, a pesar –dijo– de las \“nubes grises\”.
\“Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio y que también el papa para ejercer el poder debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz, debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe\”, afirmó.
Siguiendo a san Francisco de Asís, de quien ha tomado el nombre, llamó a que se respeten todas las criaturas de Dios y el entorno en el que vivimos.
La misa solemne de inicio de pontificado comenzó con la bajada de Francisco a la Tumba de San Pedro, en las Grutas Vaticanas, para orar ante el Apóstol junto a los patriarcas y arzobispos mayores de las iglesias católicas de rito oriental.
Tras el rezo y en medio del canto de \“Laudes Regiae\”, letanías en honor de Cristo, en las que se resalta en nombre de los papas santos, Francisco salió a la plaza.
Allí, el cardenal protodiácono, el francés Jean Louis Tauran, fue el encargado de imponerle el Palio, una estola confeccionada con lana de cordero que simboliza al Salvador.
Después, el cardenal decano, Angelo Sodano, le colocó el anillo del Pescador, confeccionado en plata dorada. Lleva grabado al Apóstol Pedro con las llaves.