COmo a tantos otros sectores, a la hostelería le toca buscar fórmulas para sacar el mayor rendimiento posible a una situación que los tiene atados de pies y manos. Así que después del clásico vermú y no tan clásico tardeo algunos se han inventado el ‘pijameo’: presentarte el domingo en el bar en cuanto abra, a eso de las siete de la mañana, con ganas de tomar las cervezas, los chupitos y las tapas que habrían caído la noche anterior de no haber toque de queda. Lo de ir en pijama es opcional, pero puede tener premio. No descartemos que se ponga de moda.