Eneko Bóveda: “Hemos visto como los sueños y planes que teníamos se nos escapaban”

Eneko Bóveda: “Hemos visto como los sueños y planes que teníamos se nos escapaban”
El zaguero, durante el entrenamiento de ayer en Abegondo | patricia g. fraga

Las ha visto de todos los colores en el Deportivo, ha vivido dos descensos, en la balanza hay muchos sinsabores, pero Eneko Bóveda (Durango, 1988) no se aleja de su discurso moderado, sin caer en estridencias y buscando la coherencia y el equilibrio que no siempre ha habido en el equipo.


Charla con dxt sobre el Depor, el futuro, el pasado y de la cara más oscura de las redes sociales.


Tú eres una persona equilibrada, pero en el Deportivo parece que todo es blanco o es negro, ¿no?

Sí, el fútbol en general se vive un poco así y creo que nosotros tenemos que empujar un poco hacia el otro lado, que no nos lleguen esas olas que a veces te elevan o te hunden en la miseria. Es importante que los que vivimos desde dentro esto, los que tenemos que sacar esto adelante y tomar ciertas decisiones continuamente subir cuando está uno un poco bajo y bajar cuando está uno un poco alto.


¿Ves similitudes, con matices, entre esta situación y el año en el que el Depor se metió, casi de rebote, en el playoff?

Sí, se parecen bastante. También, aunque nos fastidie más recordarlo, se parece un poco a lo del año pasado. También lo tuvimos muy complicado y en un momento dado lo tuvimos en nuestras manos. 


Estamos en un momento en el que se nota esa alegría, ese venir de abajo hacia arriba. Pero por otra parte es algo desagradable en el fondo de ti el saber que no dependes exclusivamente de ti y eso te hace, no te voy a decir descentrarte de tu objetivo, porque la temporada no se acaba esta semana, pero lo realmente bonito sería depender de nosotros. Pero a hacer lo nuestro y ya veremos lo que pasa.


Ahora es cuando uno se acuerda de que quizás con un puntito más…

Te acuerdas de momentos en los que… Lo de Extremadura del año pasado es un poco extremo, pero por ponerte un ejemplo: vas perdiendo 1-0 ante el Racing de Ferrol y el agobio es enorme porque, a parte de que no estés probablemente llevando el plan de juego, ves la victoria bastante lejos. Y sin embargo, si en esos momentos tienes la frialdad, dentro incluso dentro del campo, de valorar cada punto e ir paso a paso... Lo típico que se suele decir, si no se puede ganar no pierdas. Al final tenemos muy interiorizado el ganar, ganar y ganar, sobre todo los equipos que tenemos objetivos en principio más de los de arriba que de los de abajo ya de entrada rechazamos el empate, que es algo bueno, pero al mismo tiempo acabas echando de menos algún puntillo por ahí.


Sin embargo, esa distancia que parecía que separaba al equipo de ganar, ¿se rompe el día del Pontevedra?

Sí, nosotros manteniendo el resultado, hemos sido relativamente fiables a lo largo del año. Sí que es verdad que a veces, porque los marcadores han sido cortos, llegas a esa fase final de los partidos donde acabas achicando agua y eso probablemente te hace quedarte con un sabor medio amargo. Por ejemplo, contra el Pontevedra yo creo que el equipo empieza muy bien, es un equipo que hace lo que quiere hacer, pero te quedas con que no acabamos de despegar. El partido del Guijuelo, tres cuartas partes de lo mismo, se empieza haciendo las cosas bien, pero al final uno no se queda a gusto porque ve que contra uno menos… Creo que eran síntomas de que el equipo conseguía poner en el campo lo que quería y sobre todo lográndolo en los primeros minutos, que creo que son los más relevantes dentro del fútbol. Porque después las cosas vienen condicionadas por el resultado, por las necesidades, los equipos adoptan posturas que en principio no están planteadas, aunque siempre se diga aquello de “nosotros seguimos a lo nuestro”. El hecho de que en esos dos partidos el equipo de primeras tuviese un buen juego eran síntomas buenos de cara al futuro. Y un poco se plasmó el día del Celta B, donde es un poco lo mismo, aunque yo creo que la jugada del penalti, que si es penalti es penalti, te da ese margen para no tomar esas actitudes tan conservadoras los jugadores, por el miedo a que te empaten, y sale un partido más completo. Eso no quiere decir que ahora esto vaya a ser pasar de un 1-0, 2-0, 3-0 y ahora que toque un 5-0 (risas), pero sí que dice que el equipo está mejor de juego que hace un tiempo y esa es la mejor garantía que uno puede tener para ir a afrontar un partido.


Dijo Borja Galán en rueda de prensa que en Barreiro fue el primer partido que disfrutásteis, ¿lo sentiste así?

La temporada de disfrute desde luego no ha sido, porque hemos luchado contra nuestras expectativas, las expectativas de la gente, hemos visto que los sueños o los planes que uno tiene en un momento dado en el futuro a medio plazo se escapaban, que incluso se defraudaba un poco a la gente que vive esto de cerca. No llegaba ese partido al que agarrarse para un poco reconocernos nosotros, para decir “esto es lo que queremos hacer, repitamos esto”. Y sí que fue un poco eso, ese partido donde realmente disfrutas, porque llega un momento en el que no ves peligrar el resultado, ves que tienes buen equipo, que sale lo que está previsto que salga, todo se une. Tampoco creo que tengamos que poner el listón en el partido del Celta B. Volvemos a caer en los errores que nos han traído aquí. Hemos hecho esto contra el Celta B, tenemos esto, ya estamos sueltos, la frase esta de “estamos sueltos”, o lo vamos a volver a hacer... Lo normal yo creo es que no hagamos ese partido o que no tengamos esos momentos clave todos a favor, como fue ese partido. Tú puedes hacer el partido del Pontevedra, que es parecido al del Celta B en un inicio, pero luego no se te da ese momento, que es un cara o cruz, en el que el partido se te pone cuesta arriba o cuesta abajo. Mi mensaje es un poco que esto sigue siendo una competición, igual de difícil que era hace tres semanas o hace cuatro. El Depor es mejor de lo que era, pero sigue siendo de este mundo, de esta liga y no vamos sobrados. El otro día se da un partido bueno nuestro pero se dan también eso pequeños detalles, que también era raro que no se dieran en otros partidos, pero que se tienen que dar. Creo que no podemos poner el listón en ese 0-3, que no va a ser la realidad de este equipo.


Y podéis poneros el listón de ganar y disfrutar este partido ante el Zamora, pese a todo lo que implique?

Al fútbol deprimido no se puede jugar bien, uno no se da cuenta de lo que afecta a veces esa tristeza en un equipo, en un rendimiento hasta que estás en otro estado anímico, de alegría y dices “este realmente sí soy yo” y el otro era una versión ‘low cost’ del equipo y mía por el estado de ánimo. No te das cuenta hasta que lo superas ¿Disfrutar? Disfrutas sí hay días que te sale todo, si estás bien. Salir a disfrutar, se entiende que es porque te están saliendo las cosas de cara. Mi enfoque tampoco es salir así, a disfrutar, disfruto más el miércoles cuando hacemos las pachangas, si hago una ‘cagada’ hasta me río. Sí que se ve al equipo y toda la semana y todos los días nos decimos a nosotros mismos ‘qué buen rollo, pero no qué amiguetes somos’, sino qué bien sale el balón, ese apoyo, ese aviso, ese hablar, ese estar dentro del juego, ese tener presencia se nota ahora mucho más que cuando el equipo estaba con dudas. Entonces uno le miraba al otro de medio reojo, no le gustaba el compañero que tenía al lado y sí que eso se debería ver, y creo que se va a ver (ante el Zamora) porque esto es así. Igual que cuando estás mal es difícil un día salirte del mapa, cuando estás bien, y yo creo que estamos bien, es difícil que lleguemos y se nos agarroten las piernas a todos. Creo que no, porque estamos en una buena línea.


Te acostumbras a vivir en esta montaña rusa


A pesar de los sinsabores, Eneko quiere cuando cuelgue las botas ser entrenador y admite el peligro que hay con cegarse en las redes sociales.


Tienes más recuerdos malos que buenos con el Deportivo, con todo lo que has sufrido, ¿no te da un poco de miedo el ser entrenador? Puedes sufrir más o igual...

Nada me apasiona tanto como esto y te acostumbras a vivir en esa montaña rusa. Aunque a veces dices, ¿esto de verdad es bueno? (risas) De cada diez montañas rusas, si una es una subida y nueve son bajadas... Son unos picos de alegría muy fuertes. Y están esas alegrías y tristezas que parece que se acaba el mundo cuando realmente hablamos de un juego que en la vida real no vale nada. No estás ni salvando vidas, ni matando gente. Son emociones muy intensas pero al mismo tiempo digamos que controladas y creo que es un privilegio el poder dedicarse a ello.


Pero en esas subidas y sobre todo en esas bajadas, ¿en el fútbol se cuida poco el aspecto mental?

En el fútbol hay dos mundos, el de dentro y el de fuera. Fuera cada uno lo vive como cree, dentro de unos límites del respeto. Los de dentro no podemos dejarnos contaminar por ese de fuera y no es fácil. Los jóvenes lo tienen mucho más difícil que nosotros. Antes cogías el periódico y mirabas qué numerito te habían puesto pero ahora están con la mano así (simula estar con un teléfono haciendo scroll) con el Twitter, leyendo que “Ibrahimovic ha ido al Milan” y debajo te sale un fulano con “Eneko tal, Eneko Pascual...”

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