El festival de la Luz despide el verano

Por su continente y su contenido, el festival de la Luz se ha convertido con sus tres ediciones en un referente cultural y festivo en Galicia, donde no “falta de nada”, incluso, por su proximidad al otoño, la “previsible” amenaza de la lluvia, que ni con esas es capaz de “aguar” la fiesta. Es lo que tienen los festivales al aire libre y lo sabe muy bien Luz Casal, la anfitriona: “Yo asistí en varias ocasiones a conciertos bajo la lluvia que han resultado, en muchos casos, de lo mejor que he presenciado”.
Le recuerdo a Luz uno en el que ella salió al escenario del estadio municipal de Riazor el 24 de agosto de 1983, en plena tormenta, viento en popa y cayendo chuzos, incluso en el escenario. Allí estuvo junto a Leño y Miguel Rios, actuando ante 20.000 personas. Y efectivamente fue un buen concierto. Volviendo a Boimorto, reseñar el éxito del festival de la Luz, un año más que lo convierte en uno de los más atractivos y más esperados del año en Galicia. Fueron alrededor de 8.000 personas de todas las edades las que asistieron a pesar de las inclemencias de tiempo disfrutando de los conciertos de un abanico de artistas de renombre, de diferentes estilos, que no se amilanaron y subieron al escenario para disfrute de los asistentes a este recinto multidisciplinar, con capacidad para todo tipo de actividades, en él que familias al completo acudieron desde toda Galicia a esta nueva convocatoria, muchos de ellos con el “sombrero de paja” ambivalente, por si “apretaba el sol”, o para proteger la cabeza de la lluvia.
La infraestructura de este macro-festival trasladado a Orros, Boimorto, en medio de campos agrícolas, en un recinto de 150.000 metros cuadrados, es todo un “puntazo”. Si a ello le añadimos una esmerada organización, al tanto de todos los detalles, un cartel de artistas de primera línea y emergentes, la gastronomía de la zona y de un sinfín de actividades para toda la familia, así como su causa solidaria –la taquilla está destinada para la Asociación Española de Enfermedades Neuromusculares–, y una esmerada organización, la conclusión es que el festival de la Luz está en el palco de honor de las programaciones festivaleras gallegas .¡Gracias, Luz! El año que viene, más.

El festival de la Luz despide el verano

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