Al ratón y al gato

El Gobierno está jugando con los ciudadanos al ratón y al gato. Una ministra asegura que ya ha comunicado a Bruselas que va a tener que prorrogar los Presupuestos de Rajoy, mientras otra dice que sigue negociando con los grupos del Congreso para lograr su apoyo y sacar adelante las cuentas para 2019. Calviño versus Montero. El caso es que cada día que pasa las dificultades del Ejecutivo para conseguir el apoyo a los presupuestos pactados con la extrema izquierda son mayores. Los independentistas catalanes parece que no se han conformado con el papelón que el Gobierno le ha obligado a hacer a la Abogacía General del Estado, que finalmente ha fijado su posición y ha rebajado de rebelión a sedición en el juicio que se abre contra los golpistas.
Sánchez pensó que este polémico cambio de criterio de la Abogacía sería un primer paso. Después han venido las ambigüedades sobre la concesión del insulto. Nada, al parecer, es suficiente para el independentismo, que solo quiere que los presos salgan de la cárcel y sean absueltos. Ninguna novedad, ya que sólo el Gobierno pensaba que les torcería el brazo de esta forma. La pregunta es para qué te mojas tanto si al final no vas a conseguir ni que te aprueben las cuentas ni que se rebaje la tensión. Es probable que el presidente piense que como el recorrido parlamentario de los Presupuestos es largo, en algún momento del camino pudiera convencerles. Esta idea también casaría con la filtración interesada de que sin su apoyo habría que prorrogar los Presupuestos de Rajoy, lo que significaría que no habría dinero para nada, tampoco para los catalanes. Y que todo puede acabar en un adelanto electoral que tampoco le interesaría al independentismo. ¿Con quién van a estar mejor que con Sánchez en La Moncloa?
De momento, todo son especulaciones. Es probable que las cuentas no salgan y que finalmente el Gobierno prorrogue los del PP y apruebe todo lo que pueda por decreto, por ejemplo, la subida del SMI o la creación de los impuestos nuevos a la banca y a las tecnológicas. Todo está por pasar y puede suceder cualquier cosa.  

Al ratón y al gato

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