Abogados de “etiqueta”

En un capítulo del libro “Vademécum para abogados noveles” con que fueron obsequiados los nuevos colegiados en el acto de su jura como tales celebrado el 14 de marzo en el Colegio de A Coruña, obra firmada por el decano emérito del Colegio de de Sevilla, se recomienda sobre la vestimenta de las letradas: “Traje de chaqueta gris, negro o azul marino con camisa blanca de piqué, jersey de cuello alto, blusas de colores diferentes, abrigo negro o azul marino, zapato plano para llevar con pantalón, zapato de poco tacón para llevar con falda o botín con tacón bajo. Y, ojo, abstenerse del uso de pendientes grandes, vaqueros, uñas con colores estridentes, bolsos de lona, camisetas, zapatos de suela gruesa o plataformas y pins o tatuajes”; destacando que “las letradas han de desterrar las botas con falda, así como escotes profundos, faldas demasiado cortas y abusar del perfume”.
Y en relación con el vestuario masculino: “Trajes gris oscuro o azul marino, camisa blanca o de tonos suaves, corbatas discretas, calcetines oscuros y zapatos de piel o similar”, y “abstenerse de camisetas con publicidad, vaqueros, pins, tatuajes, camisas oscuras o calzado deportivo”. Por último, con relación a la higiene, aboga por una “manicura discreta en las abogadas, contar con desodorante en el despacho, además de dientes relucientes, cabello brillante y sin caspa”.
En fin, la agrupación de abogados coruñesa “Iniciativa 542.2” inmediatamente consideró que la obra “atenta contra la libertad individual del profesional y es un insulto al colectivo”, además de “sexista y trasnochada”. Ante lo que la Junta de Gobierno colegial, desmarcándose del contenido de lo regalado, también quiso poner su “granito de arena” notificando seguidamente a los colegiados que tales recomendaciones son “anacrónicas y contrarias a nuestros valores” dado el carácter de “colectivo moderno, que apuesta por la innovación y evoluciona con nuestra sociedad”, añadiendo que se trata de un “obsequio de las editoriales a los nuevos abogados”, que “el responsable del texto es el autor”, y que “no se financian ni adquieren por el colegio”.
Bien se ve, en definitiva, como el autor, al igual que nuestros políticos, se pasa horas caminando por la calle…

Abogados de “etiqueta”

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