Reforzando Europa

Auna semana de que finalice la campaña de las elecciones europeas, todas las encuestas auguran una elevada abstención. Y aunque el hecho de no participar y dejar que lo hagan otros es una opción, pasado el día ya no vale lamentarse.  En está ocasión hay además un hecho muy importante que repercutirá en el funcionamiento de la Comisión Europea, ya que no solo elegimos a los diputados que van a conformar el arco parlamentario, sino que por primera vez los grupos políticos señalan a un candidato para presidir dicha Comisión. En concreto el conservador Jean Claude Juncker o el socialdemócrata Martin Schulz y tres más de otros grupos que difícilmente pueden conseguir la mayoría suficiente, según los sondeos.
Siempre se habló de la lejanía de las instituciones europeas, pero más que nunca estamos observando como las decisiones que adoptan influyen directamente en los estados miembros y, por tanto, en la vida de las personas. Tanto con el presupuesto como con las directivas que puedan inclinar la balanza para un lado o para otro. Las opciones de tener una Comisión con mayoría conservadora ya la hemos vivido, con las políticas de austeridad convertidas en un auténtico austericidio. Está claro que con cinco años más sería imposible levantar la pesada losa que han puesto encima, ampliando cada vez más la brecha social. Y dando coartada a las decisiones de los gobiernos de derechas de cada país. 
La abstención no debe ser un ajuste de cuentas con la política. La desafección y desconfianza es generalizada. Cuando se analiza en otros ámbitos tiene también lecturas negativas y centrarla solo en la política es un modo de simplificar que poco se ajusta a la realidad. Quedarse en casa para castigar al partido político que se iba a votar es una exquisitez que con frecuencia sale cara.
Los candidatos debieran centrarse en la recta final en explicar que estas elecciones van con nosotros. Porque no es lo mismo seguir con el modelo conservador de Juncker que incentivar estímulos para la creación de empleo, el equilibrio social o la lucha contra el fraude fiscal que defiende Schulz. A mi entender, Europa debe salir reforzada de esta cita electoral con mayor solidaridad.

Reforzando Europa

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