SONDEOS O REALIDAD

Con pocos días de diferencia han salido a la luz un sondeo de Metroscopia y  el último barómetro  del CIS que con matices en sus análisis  vienen a confirmar los cambios en intención de voto para los diferentes partidos políticos que por otra parte están en los comentarios ciudadanos. Distintos  medios de comunicación han arriesgado con  rompedores titulares aunque en la letra pequeña dejan muy abierta la orquilla de futuros resultados electorales. En otras ocasiones, en estudios muy próximos al día de las elecciones los resultados han sorprendido por lo alejados de los pronósticos,  en este caso de difícil “cocina” para los sociólogos, la prudencia en su lectura es una buena medida.
Es un clamor, que existe un enorme malestar ciudadano con la situación política, cada vez son mas las personas a las que les resulta difícil llegar a fin de mes con sus recursos  y los temas de corrupción son un lastre imposible de soportar. Por lo que sería muy difícil que los sondeos demoscópicos no recogieran esa percepción social; sin embargo no tienen porque coincidir con los resultados electorales, máxime  si se tiene en cuenta el tiempo que falta.
El partido popular que tiene en estos momentos la responsabilidad de gobernar con mayoría absoluta ha perdido toda la credibilidad. Tanto la valoración del Presidente como de sus ministros reflejan el desencanto de los ciudadanos, la economía no repunta, la brecha social se agranda, y un Rajoy sin autoridad ni respuesta ante los escándalos que le rodean, no deja margen para la confianza.
El cambio de liderazgo en el PSOE con Pedro Sánchez, está justo en los cien días de su elección en los que ya ha tomado importantes medidas, mejora  los sondeos del anterior barómetro del CIS y se sitúa como el mejor valorado, por lo que las expectativas de futuro son esperanzadoras como alternativa de gobierno.
La irrupción de Podemos en el mapa político es una  cuestión a tener en cuenta, una realidad social en la que habrá que profundizar y sus responsables concretar. No tener historia no es un valor en si mismo, los hechos la irán conformando. La ambigüedad y el doble lenguaje habrán de definirse. Y la crítica deberá asumirse como algo natural en la vida publica.

SONDEOS O REALIDAD

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