Ya es sabido que en España la doble tributación por un mismo hecho imponible está prohibida. O sea, que es ilegal. También es sabido que este principio jurídico emana del Derecho Romano “Non bis in idem” (no dos veces por lo mismo), un principio que el Gobierno, cuando le sale del chaleco, tienen presente y aplica a marcha martillo. Por ejemplo, en el euro por receta. El “minino y dulce” Mariano Rajoy dijo en noviembre: “No es bueno pagar dos veces por lo mismo” e insistió redundante: “No se puede pagar dos veces por lo mismo”. Y ya saben que Rajoy cumple siempre su palabra… ¡Por la otra punta!
Hace días, su Gobierno ha puesto en marcha el impuesto sobre los premios de las Loterías y Apuestas del Estado, que contradice frontalmente lo que el PP defiende respecto al doble impuesto por la misma cosa. Ya es de todos conocido que cuando un ciudadano apuesta a la Lotería o cualquier otro juego, aproximadamente el Estado se lleva de impuesto un 40%, destinando a premios el resto. Por ello, nadie entiende, ni se explica, ni admite de buen grado que el Ejecutivo se lleve ahora, además, un 20% de la parte destinada a premios, con lo que Rajoy, Montor y restante mariachi juegan de gorrones con los españoles y sin poner ellos un céntimo. No se entiende, porque ello equivale a cobrar, de nuevo, por lo que ya se ha cobrado el Estado.
Si se quiere recaudar más por la loterías y apuestas en tiempos de crisis, el Estado podría simplemente haber incrementado su impuesto y disminuido la parte destinada a premios. Pero ningún partido de la oposición protestó todavía. Rubalcaba ha de estar callado como un peto, pues él le dio la idea a Rajoy en el Congreso como alternativa a la subida del IVA. Y subió el IVA y nos tocan la puñeta con la lotería.
Habrá que recurrir al Tribunal Constitucional. La vedad es que Rajoy ya está más chupado que la pipa de un indio. Mientras, los loteros se suben por las paredes, ante la tangible disminución de ingresos.
A este país no hay por dónde cogerlo.