En el Fórum, dos representaciones con aforos completos, la compañía Salmonela Teatro estrenó “Tan perfecto no te quiero”, de Adrián Ortega. Obra explosiva. Éxito seguro popular. Risas a carcajada limpia y humor quita penas para los convulsos tiempos que vivimos. Un conjunto notable de actrices y actores aficionados cuando la madurez deja huellas en la piel pero no en el espíritu juvenil que se mantiene terso y equilibrado. Dirige el espectáculo Modesto Gómez—dueño de situaciones, roles interpretativos y ritmo escénico-acompañado por acorde vestuario  año 1955 diseñado por Mayte Maceiras. Discreta escenografía.
Comedia de enredo. Disparatada. Jocoso vodevil esperpéntico. Vicisitudes del matrimonio Doroti y Plácido que celebran sus bodas de plata en el mismo hotel de El Escorial donde pasaron su primera noche de amor juntos. Un grupo de familiares y amigos acuden a felicitarlos por sorpresa. Sin embargo la esposa indaga sobre el pasado de su marido y las incomprensiones, dudas, complejos y declaraciones dan en cadena transmisora que conduce a salidas inesperadas. Esperpentos y desplantes a pie de página merced a juegos de palabras o diálogos de besugos. “Tú me dirás” –dice Doroti– y Pablo contesta “1,69 centímetros”. Un elenco sin complejos. Que goza al interpretar sus personajes y el publico ríe sus ocurrencias a tumba abierta.
Mención especial para los nombres que encabezan la cartelera y soportan la historia contada. Modesto Gómez, poseedor en su “seriedad” de una vis cómica muy eficaz y Cristina Freire que encarna, estupendamente real, las jóvenes novias de la época. Pese a todo parece justo enumerar las participaciones, más o menos afortunadas, de sus compañeros de farándula: María José Insua, Esperanza Díeguez, Bibiana Caramés, Paco Vila, Tatiana Albújar, Loly Rivas, J. Antonio Martínez, Gema Domínguez y Carlos Li.