¿Lo pagarán?

En los primeros días del mes de marzo el Centro europea de Prevención y control de enfermedades recomendaba evitar concentraciones masivas para “reducir la transmisión” del virus. El Gobierno miró  para otro lado y no sólo alentó las manifestaciones feministas del día 8, que se preveían multitudinarias, sino que participó en ellas.  Muy pocas horas más tarde, como por ensalmo, al alba y con viento de Levante como cabría  decir rememorando el parte del  ex ministro Trillo a propósito de la reconquista del islote de Perejil, el aparato monclovita pareció inquietarse. 

Ya bastante antes, el 30 de enero, la Unión Europea había convocado una reunión urgente del Comité de seguridad sanitaria para analizar la decisión de la OMS (Organización Mundial de la Salud), que acababa de declarar el coronavirus como “emergencia de salud pública internacional”. Mucho caso tampoco se le hizo, pues casi nadie pensó entonces que aquello acabaría convirtiéndose en una pandemia.
Y más aún: el 25 de septiembre del año pasado la OMS y el Banco Mundial presentaron un informe  titulado “Un mundo en peligro”, que alertaba sobre “el grave riesgo de sufrir epidemias o pandemias de enfermedades devastadoras a nivel regional o mundial que no sólo causan pérdidas humanas, sino que también trastornan las economías y crean un caos social”. 

El peor bulo, por tanto, el más extendido y repetido  es el que pretende hacer creer que el virus llegó sin llamar a la puerta; que nos cogió desprevenidos.  La verdad, sin embargo, es que a unos más que a otros. Unos reaccionaron tarde; otros, más tarde; unos han acertado y otros no, como es éste nuestro caso.

En realidad, crece la percepción de que el Gobierno Sánchez-Iglesias lo está haciendo peor que los de otros países del entorno: el 38,9 por ciento; esto es, catorce puntos más que al comienzo del estado de alarma, de acuerdo con el reciente barómetro de ABC / GAD 3.
¿Lo pagarán electoralmente?, se preguntan muchos estos días. Obviando el cis de Tezanos, que mucha credibilidad no tiene,  el estudio citado concluye también que para la mayoría de los ciudadanos esta crisis pasará factura al Gobierno por una gestión que está lejos de merecer aplausos. 

Sólo un 16,3 por ciento de los encuestados sostiene que el Ejecutivo saldrá reforzado de esta crisis. La mayoría, el 70 por ciento, opina exactamente lo contrario y en ello coinciden la derecha y la izquierda. En concreto, el 86 por ciento de los votantes del PP, el 93 por ciento de los de Vox, el 95 por ciento de los electores de Ciudadanos y el 62 por ciento de quienes apoyaron al PSOE (hace un mes representaban el 46 por ciento) comparten la misma idea: la gestión del Gobierno le pasará factura y no saldrá reforzado de la crisis. 

Los más confiados son los votantes de Podemos: el 47 por ciento. Inasequibles al desaliento.

¿Lo pagarán?

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