NADIE ESTÁ CONTENTO

Ya ven ustedes: el BNG denuncia recortes en los programas de ayuda y comida a domicilio durante el año 2013 y así viene indicado en la memoria de gestión del ejercicio. Pormenorizando, diremos que el número de horas anuales dedicadas a este servicio pasó de 361.796, en 2012 a 347.813, en 2013. Pero hay más: el servicio de atención a domicilio a la dependencia pasó de 267.702 horas en 2012 a 211.102 en 2013.
Todo ello supone una caída del 21%. Pero, eso sí, las fiestorras pueblerinas, el “pan y toros” siguen mereciendo la atención de este malhadado Gobierno Municipal. Pero es que estas disminuciones a las que hacemos alusión hay que sumarlas a la caída en la ejecución del presupuesto de programas de promoción a la autonomía personal y servicios domiciliarios y atención a la dependencia.
Se registra también una caída de altas en el servicio de comida a domicilio. Y, claro, hay que tener en cuenta que esta carencia de comidas a domicilio no han acontecido precisamente en el hogar de ningún concejal y ha habido también pérdida de personal municipal en el programa de atenciones domiciliarias complementarias, que disminuyó de 25 trabajadores a 14 en tan solo un año.
Ni que decir tienen que la labor social del Gobierno Municipal en el Ayuntamiento de La Coruña merece una sonora pita. Sobre todo si tenemos en cuenta las faraónicas e innecesarias obras que se están llevando a cabo en el corazón de la ciudad, arrasando con decenas y decenas de árboles, demoliendo edificaciones oficiales, trastocando gigantescamente el tráfico, dedicando contingentes amplísimos a vigilar (¿?) la circulación, confundiendo a muchas personas de la tercera edad, invirtiendo millones de euros en fabulosos cambios de dirección, llenando de polvo y mierda las principales arterias de nuestra capital, sembrando la ciudad de kilómetros y kilómetros de piedra y cemento, así como de hierro que se pudre de inmediato “gracias” al salitre del mar. En suma, llevando a cabo proyectos que, en época de escasez, sólo se le ocurren al que asó la manteca. Mientras, ¡vivan Pokémon y Píkachu!. Ay, las elecciones.

NADIE ESTÁ CONTENTO

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