A la última va la vencida

o sé si será verdad, pero si decidimos creer a Pedro Sánchez ésta será la última prorroga del estado de alarma.

Para conseguirlo Sánchez no ha dudado en dar por bueno el precio que le han impuesto PNV y Ezquerra Republicana de Cataluña. Pero que nadie se escandalice, porque esa ha sido la tónica durante los más de cuarenta años que llevamos de democracia: los partidos nacionalistas y ahora los independentistas siempre han cobrado caro su apoyo al Gobierno central. Nunca han dado su voto gratis, es decir no han votado en función de lo que puede ser mejor para el interés general sino en función de sus intereses partidistas. De manera que los votos del PNV o la abstención de Ezquerra nada tienen que ver con la salud de los ciudadanos.

Pero ya digo que Sánchez no ha hecho nada que no hicieran los anteriores inquilinos de la Moncloa desde Adolfo Suárez, pasando por Felipe González, José Maria Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. No menciono a Leopoldo Calvo Sotelo porque su paso por la Presidencia del Gobierno duró lo que un suspiro.

El PNV ha exigido gestionar directamente la renta mínima y Sánchez no ha dudado en concedérselo, y Ezquerra ha pedido lo mismo además de gestionar los fondos europeos, lo que también ha sido graciosamente concedido por el señor Presidente. Queda por saber qué más han acordado el Gobierno y Ezquerra ya que al parecer la “mesa del diálogo” con Cataluña se va a poner en marcha en julio y visto lo visto ni Ezquerra da nada gratis, ni Sánchez está dispuesto a perder la Moncloa.

Naturalmente el resto de las Comunidades Autónomas también le han pedido al presidente que poder gestionar esos fondo, los de la renta mínima y los europeos. Y en mi opinión tienen razón. Entre otras cosas porque en la mayoría de las Comunidades Autónomas ya existe esa renta para quienes nada tienen, y además porque al estar más cerca de los ciudadanos saben mejor que nadie quienes de verdad necesitan ese dinero.

Pero más allá de esta sexta prórroga lo cierto es que los ciudadanos ya nos estamos “desescalando” nosotros solos. El personal no aguanta más el confinamiento y sobre todo el no poder relacionarse con otras personas.

Y si me apuran ni siquiera todo esto es lo mas importante, lo realmente importante es que los responsables políticos están demostrando ser unos irresponsables. El espectáculo de algunos miembros del Gobierno y de algunos parlamentarios es tan grotesco como peligroso. Tiene razón el Presidente de Castilla-La Mancha Emiliano García Page cuando asegura que Podemos y Vox se retroalimentan. Suya, de Podemos y Vox, es la responsabilidad del deterioro galopante de la política. Suya y de todos los que no son capaces de alejarse de ellos. Ya sea Pedro Sánchez porque necesita o cree necesitar los votos de Podemos, ya sea el PP que no deja de mirar a Vox para ver como puede arrebatarle sus votantes. De manera que tanto Pedro Sánchez como Pablo Casado tienen una cuota parte de responsabilidad al hacer la vista gorda de lo que hacen sus socios a izquierda y derecha. Pero me temo que ahora mismo no tienen otro interés que el de lo que creen que les favorece a uno para seguir en Moncloa al otro para poder llegar a Moncloa.

Si de verdad les importa este país tienen que poner punto final cuanto antes a esta dinámica canalla de la política, de ambos es la responsabilidad. Nos lo deben a los ciudadanos.

A la última va la vencida

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