El Paseo Marítimo de A Coruña, uno de los rincones más transitados y queridos por los coruñeses, ha vuelto a ser escenario de una escena insólita. Si hace unos meses fueron dos diminutos pero intrépidos pinschers quienes robaron sonrisas trotando sobre la balaustrada de piedra que bordea la playa del Matadero, esta mañana la sorpresa ha venido de la mano de un atleta de carne y hueso.
Con el mar como testigo y decenas de viandantes entre atónitos y alarmados, un deportista ha decidido cambiar el clásico carril runner por una versión mucho más arriesgada: ha recorrido parte del tramo entre Matadero y Orzán corriendo sobre la propia barandilla de piedra, a bastantes metros de altura.
Su peculiar trayecto comenzó, al menos según lo constatado por este periódico, en la zona de la playa del Matadero, donde el individuo se subió a la balaustrada y avanzó hasta poco antes de la fuente de los Surfistas.
Tras bajarse momentáneamente, y circular por el paseo e incluso el carril-bici, volvió a subirse en la zona de la playa del Orzán, prolongando así su ruta de vértigo por la playa coruñesa hasta poco antes de la altura de la Casa de Sol.
Desde el Ayuntamiento de A Coruña aseguran que es la segunda vez que recuerdan haber visto una carrera por esa balaustrada. Esas fuentes municipales hacen un llamamiento a la prudencia y recuerdan que este tipo de prácticas suponen un riesgo innecesario para quien las realiza, además de un pésimo ejemplo.
Las reacciones de los testigos no se hicieron esperar. Algunos pararon a grabar el momento con sus móviles y otros, simplemente, no daban crédito. Desconocemos si alguien le advirtió del riesgo que corría, pero lo cierto es que era misión complicada, pues el hombre circulaba a gran velocidad.