UN SUSPENSO COMO LA COPA DE UN PINO

Los medios de comunicación han hecho público que, según la más reciente encuesta del CIS, los ciudadanos suspenden a la Monarquía. Sin embargo no aclararon, en su mayoría, que el más absoluto de los “cates” se refiere a los partidos políticos, con 1,8 puntos; al Gobierno, con una nota de 2,4; a los sindicatos, con 2,5; al Congreso, con 2,6; a los gobiernos y parlamentos autonómicos, con menos del 3 y, finalmente, a la Iglesia Católica en España, que se queda en el 3,5. Con todo y con eso, la monarquía recibe una puntuación del 3,7.
Los medios de comunicación nos quedamos en un 4,5 y solamente la Guardia Civil, las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad consiguen un aprobado raso, todo lo cual, en este País, resulta muy sintomático. Es cierto y verdad que la Corona ha de hacer todo lo posible por mejorar la puntuación arriba indicada, pero no es menos cierto que entre los diez macroproblemas que acucian a los españoles, con el paro y la corrupción a la cabeza, los partidos políticos ocupan el tercero o, en algunos casos, el cuarto lugar.
El pueblo rechaza de plano a la clase política española. Pero la Monarquía, ojo, no figura entre los diez más grandes problemas que ahogan a los españoles. Algo queda claro: todos los líderes políticos, sin excepción, y por supuesto Marianico Rajoy con un 2,2 y Rubalcaba con un 2,9, suspenden de plano. También los ministros han hecho méritos para el cate general, del que no se libra ninguno. No hay ni uno que llegue a los 3 el Partido Comunista, enmascarado en Izquierda Unida, y UP y D. Decía el orondo Winston Churcuill que las encuestas son como los trajes de bajo de las mujeres: resulta muy interesante lo que descubren pero todavía más lo que ocultan.
Y lo que viene a ocultar la encuesta llevada a cabo por el CIS es el tremendo divorcio existente entre el pueblo español y las instituciones políticas. Hay gente que cuestiona la Monarquía. Es verdad, pero lo ciertamente preocupante, la escandalosa realidad es el rechazo de los ciudadanos al mariachi político que dice gobernarnos. No nos gustan ni los partidos, ni el Gobierno, ni el Parlamento. Creemos que se recrean en la verborrea, las contradicciones y las meteduras de pata. Hay ejemplos que sonroja: Cospedal, Montoro, Báñez, Mato y suma y sigue. Como dijo el Conde de Romanones: “Joder, qué tropa!. Amén.

UN SUSPENSO COMO LA COPA DE UN PINO

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