LO MALO CONOCIDO...

Yellos, desde sus puestos de sobra conocidos, nos avisan contra lo que puede venir. Ya saben: bolivarianos, griegos, pobres de pedir por las equinas, ciudadanos con acento catalán, mareas para arrastrar tanta mierda como hay; emigrantes sin tarjeta sanitaria y parlamentarios con escaso “pedigrí” y ganas de trabajar.
Ellos, lo malo conocido, como que el presidente del Gobierno y del partido que lo sostiene no se entere de lo que pasa en uno y otro lugar de su bien pagado trabajo y desprecia lo que sucede en la calle. Por ejemplo: desde el Gobierno detienen a Rato y él se entera por la radio. Los tesoreros (y además senadores) meten la mano en la caja, pagan en negro, reparten sobresueldo… y él ni p.i. (ya saben: puñetera idea), mientras, ¡para colmo!, no se entera de la situación a ras de suelo: diecisiete millones de compatriotas rozan el umbral de la pobreza; uno de cada tres trabajadores tiene un contrato temporal y un salario medio que no sobrepasa los quinientos euros al mes, mientras los sueldos se devaluaron –según datos oficiales– un 18% y los cincuenta y un impuestos aprobados por el Gobierno han empobrecido a los más desfavorecidos, mientras las medidas otorgadas a los del Ibex 35 les han supuesto los mayores ingresos de este y del pasado siglo.
Sus compañeros (casos particulares que sumados componen una larga panoplia de ilustres del PP) trafican desde el escaño, la embajada o la bancada azul.
Ya lo dijo el sobrino de Fraga admitiendo el vergonzoso e ilícito comportamiento de algunos cargos públicos del PP.
Lo malo conocido es que, ¡manda carafio!, unos amenazan con la vuelta de Aznar, otros auguran el regreso de Esperanza, y Sáenz de Buruaga a TVE para hacer un programa que la ley prohíbe ceder a firmas privadas.
En Galicia siguen mandando los de toda la vida (una veintena de municipios en Ourense se heredan dentro de la familia, con el mismo modelo que guió la sucesión de Baltar, otro condenado del PP) pues los cargos van de padres a hijos e incluso de marido a esposa (referencia de “El País”).
Pero es que, además, nos asustan con una ley que sugiere multar a la prensa; nos amenazan con la vuelta del Fraga: Feijóo como el Fraga del siglo XXI… ¿Malo conocido o bueno por conocer?
¡Ustedes mismos!
A mi solo se me ocurre… ¡socorro!

LO MALO CONOCIDO...

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