EN EL ECUADOR DE RAJOY

Noviembre es un mes de aniversarios significativos, el asesinato de Kennedy, la muerte de Franco y la victoria electoral del PP con Rajoy a la cabeza. Visto así no tienen mucha relación, pero hay cabos que sirven para unir y recordar. Espero que el presidente americano disculpe por situarlo en este paquete.
En el ecuador del gobierno de Rajoy, el balance es tremendo. Muchos ciudadanos confiaron en que con él se reflotaría la economía, la creación de empleo y que además mantendría las pensiones, la educación, la sanidad publicas y demás derechos sociales. Pero no solo incumplió su programa electoral, sino que ha hecho todo lo que negaba en campaña. En una palabra, mintió. Hoy ante la pregunta: ¿Estamos mejor o peor que hace dos años? La respuesta es contundente: Más paro, más pobreza y menos derechos.
Todavía quedan dos años de esplendorosa mayoría –recordando como se adjetivaron las playas gallegas llenas de chapapote– para seguir ajustando cuentas con esa clase media o baja, que dicen que vivían por encima de sus posibilidades. Es decir, que quede claro quien manda y quien es quien. Y seguirán más recortes y nuevas leyes que limiten la libertad de expresión, la libertad de la mujer a decidir, el derecho de huelga y lo que venga. Al final, los recortes por la mal llamada austeridad son la disculpa para llevar a cabo el programa ideológico que ambiciona esa amplia derecha que se aglutina entorno a un solo partido.
Evidentemente esta situación nos retrotrae a la década de los 60, España no conocía la democracia, partido único, pobreza y represión. Del sueño americano llegaban imágenes en blanco y negro, Kennedy era la esperanza en color. Aquí una larga historia hasta el año 78, que con la Constitución se abren puertas y ventanas y entra el aire. Los ciudadanos vuelven a contar. Algunos lo recordamos, otros ya no están y muchos no la conocen, o si se la contamos, no la querían oír. Volver a poner en pie lo que tantos años y esfuerzo costó, no será ya cuestión de una ni dos legislaturas, sino de generaciones. La historia con frecuencia se repite y cualquier disculpa es buena para mantener a medio país doblado y a un tercio de rodillas. Quienes tengan sueños, energías y dignidad tendrán que evitarlo.

EN EL ECUADOR DE RAJOY

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