Salud, dinero y amor

Ya saben: el que tenga estas tres cosas, ¡enhorabuena! Lo de la salud es prioritario –otros opinan que el dinero, pero ya llegaremos a eso– y, por lo tanto, enterarte de que los servicios sociales necesitan, aún hoy, más de mil trescientos millones de euros para igualar la inversión previa a los recortes, te da no sé qué y además hay quien no tiene dinero para pagar la salud –me refiero a la gente que tiene que elegir entre comprar para cenar o las medicinas– cobra de nuevo actualidad el sistema del copago (que, por cierto, algún partido de izquierdas propuso eliminar) y que puede resolverse, o al menos aminorar el problema y sino propone la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal se revisa el gasto sanitario y se establece un copago de acuerdo con la renta de cada cual. Gratis a los pensionistas y a al resto, progresivo según sus ingresos o su renta.
El dinero suele ir unido al esfuerzo de cada quien, a veces de sus ancestros, por la suerte (el euro millón) o en casos –que a veces llegan hasta el juzgado– por mordidas, corrupción y sus primos hermanos, los pelotazos.
Sobre la soldada, y ahora por el control horario, se renueva la polémica. Sobre el control horario, discutido aquí por el Tribunal Supremo, al que enmendó el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, señala la obligación de un sistema que permita computar la jornada diaria realizada por cada trabajador y se entiende que hay sectores específicos que tienen sus propias peculiaridades que deben vigilar desde la Administración pública y los desmanes de la patronal la Inspección de Trabajo.
Del dinero hablan poco los que tienen mucho y suelen envolverlos en amor a lo suyo y por extensión a lo que les rodea –el país es su finca– y a veces un poco más lejos, al paraíso (fiscal, claro, que del otro ya nos contará alguien como va eso) y en ocasiones un poco de lo que les sobra se convierte en donaciones, cuando lo importante sería que nos demostrasen su patriotismo fiscal y es que todas las noticias nos llevan a que los ricos en España pagan pocos impuestos y cuanto más ricos son menos impuestos todavía.
Y luego tenemos lo que ya es parte del paisaje: la corrupción, el cazo, la mordida ¿Conocen la última? La Guardia Civil certifica que Indra pagó medio millón de euros para las campañas de Aguirre. De nuevo rebosa la charca del PP.
Tengan ustedes mucha salud.

Salud, dinero y amor

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