OBERTURA

Mucho ha llovido desde que los pioneros de la interpretación purista mostraron sus primeros trabajos. Desde aquellas investigaciones incipientes -como las de Arnold Dolmetsch o Thurston Dart, y las incursiones un poco atrevidas, a veces, de instrumentistas como Wanda Landowska, Ralph Kirkpatrik o Jaap Schröder- a las versiones actuales, las maneras de hacer música barroca han experimentado una evolución exponencial, y en apenas medio siglo.
El estudio y posterior asimilación de las indicaciones de los métodos históricos que nos han llegado, sumados a la iconografía en la cual se basan las reconstrucciones de este tipo de instrumentos han permitido dar forma a todo un método interpretativo que se ha afianzado con el paso de los años.
Prueba de esta evolución es el resultado musical de la “Orquesta Barroca de Sevilla” que, guiada por Andoni Mercero, interpretaron el pasado martes en el teatro Rosalía un concierto monográfico dedicado a la figura de J.S. Bach. El concierto fue la apertura de temporada de la Sociedad Filarmónica de La Coruña, la cual, una vez más, nos sorprende con su acertada elección de intérpretes.
El programa constó de los “Conciertos de Brandemburgo nos 3 y 4” en la primera parte, y el “Concierto no 6” y la “Obertura no. 2 en Si m” para orquesta en la segunda. Decimos Obertura porque el estilo dominante de sus texturas musicales es el francés y por ello requiere de la denominación de Jean-Baptiste Lully y sus formas de hacer en música.
Es bien conocida la trayectoria concertística de Mercero, así como su labor pedagógica como profesor de cuarteto en Musikene, pero, probablemente, donde su trabajo es más reconocible es de cara al público en la dirección musical de diversas agrupaciones.
Si patentes quedaron su estilo y oficio, no decimos menos de los demás miembros de la orquesta, y más claramente Mercedes Ruiz, Pedro Gandía y Alfonso Sebastián, este último con una versión del Concierto no. 5 de gran altura, concretamente en las cadencias, con gran respeto por el original y conocimiento estilístico. En la Obertura para flauta salió a escena Guillermo Peñalver, al Traverso.