Por abrumadora mayoría –quién lo iba a pensar– las bases/círculos/o como se llamen de Podemos han condenado a la hoguera el apoyo al posible pacto del PSOE con Ciudadanos y han elevado a las alturas la llamada “vía valenciana” como salida al caos. Lo bueno de estas consultas es que cuando las anuncian los líderes, ya adelantan lo que piensan votar a la vez que advierten de que si los resultados no cuadran, tendrían que irse todos. O sea que todo sigue igual. Para los socialistas la pelota está en el tejado de Podemos; para Podemos en el tejado del PSOE, lo mismo que dice el PP; para Ciudadanos, que va por libre, la pelota está en todos los tejados menos en el suyo, que andan tratando de salvar los muebles de la legislatura corriendo de Génova a Ferraz no se sabe bien para qué, porque ni ellos quieren a Rajoy ni Sánchez está dispuesto a escuchar una palabra del PP.
Y, mientras, seguimos a escándalo diario discutiendo si la entrevista de Evole a Otegi era o no conveniente. Pues claro que lo era y más después de escuchar las respuestas inmorales, dolorosas y llenas de vergüenza ajena del que alguien calificó como “hombre de paz”. Pues cómo serán los de guerra... Porque hay guerras con tiros en la nuca y otras que bendicen la sangre derramada, la justifican, la entienden y hasta llegan a asegurar que buena parte del Estado añora los secuestros, la barbarie de Hipercor, los atentados, los asesinatos a sangre fría. Ya te vale, Otegi; te has retratado con tu justificación de la violencia y con tus eufemismos llamando a las cosas no por su nombres, asesinos, terroristas, encarcelados tras juicios justos y huidos de la justicia con las manos llenas de sangre. Pero no merece la pena ni detenerse un segundo más en tu aberrante visión de las cosas.
Me parecen que hay demasiados tejados y solo una pelota. De este laberinto que se ha convertido ya en algo personal, no se puede salir. Porque el partido de Rajoy, ganador de las elecciones, se cree que con eso basta y se niega a ver la realidad, da la callada por respuesta y espera y espera, como si no pasara nada. Sigue paseando a su líder, al que se cuestiona ya desde dentro del partido, y esos paseos se convierten en un deja vu anterior a las elecciones. Sánchez y su PSOE se empeñaron en negar el pan, la sal y la palabra al PP, pese a que las cuentas no cuadraban y los posibles pactos son imposibles. Podemos se monta su número y se siente despreciado porque el PSOE y Ciudadanos, no aceptan sus 20 puntos y se niegan a borrar las 200 propuestas del acuerdo al que habían llegado entre los dos.
Este país es como un juego de manos de ese genio llamado Tamariz: peroratas mucho más aburridas que las del mago, pero con el mismo resultados: el personal no sabe dónde está la pelotita, en qué tejado duerme. Lo de Tamariz es una exageración: él es un mago mundial y lo de aquí un juego de trileros de esquina.