Urge cambiar de tendencia

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año traen malas noticias para nuestra ciudad. Resulta preocupante comprobar que no solo A Coruña continúa en el furgón de cola, sino que no se atisba ninguna reacción por parte del Gobierno local para taponar esta vía de agua. 
Tenemos 13.800 coruñeses sin trabajo; 13.800 proyectos de vida que se levantan cada mañana esperando que les llegue una oportunidad. La tasa de desempleo sube en nuestra ciudad diez veces más que en Galicia, con un incremento del 1,9%, frente al 0,2% del resto de la comunidad. El crecimiento del número de parados en A Coruña es diez veces mayor –diez– que la media gallega. Son cifras, pero deben ser más que eso porque representan a personas para las que todo lo demás pasa a un segundo plano. Personas que tienen muchas esperanzas depositadas en la verdadera política social, que es la del empleo, y que deberían ser la prioridad sobre la mesa de quienes gestionan la ciudad. No vale ponerse de perfil, escudarse en la falta de competencias o encogerse de hombros. La dinamización de la economía en el ámbito local es una poderosa herramienta que debe mantenerse engrasada y afilada.
Lo primero es colocarse del lado de emprendedores, autónomos y comerciantes. Darle vida a las calles. Que el gesto de levantar la persiana cada mañana se convierta en un hábito de salud urbana, y no en un castigo para quienes día a día defienden sus negocios. Cuatro meses después ya deberíamos tener indicios reales de esa agilización administrativa que el PP propuso y el PSOE copió, pero solo en la parte teórica de las intenciones. No hay atisbo de que las asociaciones de comerciantes vayan a ver mejorado el capítulo de ayudas, que las vayan a cobrar a tiempo y que justificarlas no sea una tortura.
Basemos ese cambio de tendencia en algo tan nuestro como los mercados municipales. La Marea frenó la reforma de Santa Lucía, de Monte Alto, de San Agustín, de Adormideras… Más de siete millones presupuestados, ni un céntimo ejecutado. El resultado: puestos vacíos, concesiones en precario y poca ilusión entre las y los placeros. Si el Partido Socialista no quiere escuchar a los protagonistas, nosotros nos encargaremos de trasladarle nuestras propuestas para captar y respaldar a los nuevos emprendedores y apoyar económicamente a los existentes. Ya saben la alcaldesa y su equipo que nos gusta que nuestras ideas gusten y que todo lo damos por bueno si redunda en beneficio de la ciudad. Hoy tenemos a Pedro Sánchez “domingueando” por la ciudad, magnífica oportunidad para que Inés Rey cumpla con sus obligaciones y le traslade lo que A Coruña aguarda y demanda: un impulso a Alvedro, la solución definitiva para el Puerto Exterior y su conexión ferroviaria, el AVE cuanto antes, el prometido y nunca cumplido estatuto de las electrointensivas, el apoyo firme y decidido a la antigua Alcoa, una transición ecológica sensata  y que garantice el empleo y el futuro en As Pontes, el dragado de la ría… Tiene donde elegir para ofrecer algo más que brindis al sol. Detrás de cada una de esas peticiones hay empleo y familias esperando. Pero, de una vez por todas, despertemos del letargo al que nos abocó la Marea Atlántica. Han sido cuatro años sin pulso. Y ya han pasado cuatro meses de nuevo gobierno sin que se vea un ápice de cambio de rumbo. 

Urge cambiar de tendencia

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