En la “chusquiña” placita de la calle de Concepción Arenal, entre Fernández Latorre y General Sanjurjo de la capital coruñesa se han cometido verdaderas atrocidades por parte de inclementes arboricidas. Era una placita preciosa, que maldito si necesitaba cambio alguno. Pero, claro, como la ciudadanía coruñesa nada en la abundancia, pues hay que gastar, proceda o no proceda. Y para eso, el gobierno municipal se pinta solo.
En suma: en la citada placita se han cargado tres arbolazos como tres soles, posiblemente para que algún “coitado” o enchufado con el gobierno municipal pueda gozar de mejores vistas. También se han cargado el verde y ponen macizos. Pero claro, hay que gastar.
No había necesidad de semejante parafernalia. Si ya había poco césped, ha sido recortado, pero –eso sí– tendremos losetas, qué puñetas. Digan ustedes conmigo que en La Coruña llueve sobre mojado. Y conste que no es un símil meteorológico.
Ya una anterior poda de árboles (ver El Ideal Gallego del 18 de marzo de 2013) protegidos había generado un debate vecinal en Os Castros, zona mártir por antonomasia. Eran dos ejemplares muy antiguos situados en el último tramo de General Sanjurjo.
Pero algo ha quedado claro: vecinos y ecologistas reprueban la política “forestal” del gobierno municipal de La Coruña. Bueno, también reprueban la política social, la urbanística, la picassiana, la comercial, la festiva, la de “los trajes de los Reyes Magos” y así sucesivamente.
Y una cosa es retocar, podar y adaptar a lo necesario las ramas arbóreas y otra, muy distinta, entrar a saco, como un Atila de andar por casa. Y como la epidemia arboricida ha sentado sus reales en prebostes privilegiados del gobierno municipal, hete aquí que también han desaparecido árboles de las calles Teresa Herrera, A Palloza, campus universitario de Oza, zona de la Fábrica de Tabacos. Y suma y sigue.
Y pregunto: ¿cuántas consultas previas sobre este tema se han evacuado con los vecinos? Cero mata cero. Porque consultar vecinos no es hablar con el comisario político de turno, estómago agradecido.