La vida después de la pandemia

Bajo este  título, la Biblioteca Editora Vaticana ha recogido en un opúsculo (66 páginas) ocho significativos textos del papa Francisco, pronunciados o escritos desde el 27 de marzo al 2 de abril pasados sobre la pandemia Covid-19 a medida que ésta se extendía sobre la familia humana. Una cruda realidad ésta sobre la que el pontífice ha reflexionado con frecuencia.

Van precedidos de un prefacio o prólogo del cardenal checo-canadiense Michael Czerny, 73 años, elevado a tal dignidad en octubre último, jesuita, subsecretario de la sección Migrantes en el dicasterio para el Servicio del Desarrollo integral, y estrecho colaborador del papa.

A su entender, más allá de las ocasiones específicas en que salieron a la luz, tales ocho textos pueden ser leídos de seguido como un único desarrollo del pensamiento del papa Francisco y como un rico mensaje para la Humanidad. Con dos objetivos. El primero seria sugerir una dirección, algunas claves y directrices para reconstruir el mundo mejor que podría nacer de esta crisis. Y el segundo, sembrar esperanza en medio de tanto sufrimiento y desconcierto. El Santo Padre  basa  con claridad esta esperanza en la fe, porque “con Dios la vida nunca muere”.

La recopilación se abre con el ya histórico mensaje urbi et orbi “¿Por qué tenéis miedo?”, pronunciado durante el momento  extraordinario de oración en tiempos de pandemia y celebrado en el atrio de la basílica vaticana aquel 27 de marzo pasado, en la lluviosa y desapacible tarde/noche romana, de cara a una plaza de San Pedro vacía de gentes y con el impresionante Cristo milagroso de la iglesia de san Marcello presidiendo el emotivo acto.

Tanto este mensaje como el otro también urbi et orbi en el domingo de Pascua de un par de semanas después,  caracterizan el conjunto  de los pasajes  incluidos. En todos ellos el pontífice  habla de un modo muy personal, lleno de sentimiento comprometido y esperanzado sobre las necesidades y sufrimientos de la gente en diversas situaciones locales.

Al mismo tiempo, son textos universales, no sólo porque el virus constituía una amenaza a todos sin discriminación, sino especialmente porque el mundo post Covid.19 ha de ser ahormado  entre todos. Los textos muestran así el enfoque inclusivo del papa Francisco, que no reduce las personas a unidades que pueden ser contadas, medidas y gestionadas, sino que une a todos juntos en el espíritu y en la común humanidad. 

También escucha y mira a cuantos  normalmente son silenciados y permanecen invisibles, un colectivo  especialmente sensible para él. En Pascua, escribe a los Movimientos populares. Un “ejército invisible” –dice- sin más armas que la solidaridad, la esperanza y el sentido de la comunidad y que desde las periferias olvidadas crean soluciones dignas para los problemas acuciantes de los excluidos.

Verdaderos “poetas sociales” los llama; constructores indispensables de un cambio impostergable. 

La vida después de la pandemia

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