Ronaldo el gordo y el exdeportivista Sergio pasan por ser el presidente y el entrenador más parecidos del mundo. Menos mal que el brasileño tiene un tono de piel un poco más oscuro, porque si fuese paliducho sería imposible saber cuál es el presidente y cuál el entrenador. Solo orellando una conversación entre ambos sería posible diferenciarlos, pues el antiguo goleador le ha cogido gusto a ser empresario y habla mucho de finanzas y emprendimientos. De hecho, ha confesado que un día de estos quedará con Piqué para hablar de negocios. ¿Negocios gastronómicos? No sería raro, al menos por su parte.