MONOPOLY KIRCHNER

Que los recursos naturales de Argentina son de los argentinos lo sabe hasta la legataria de los Kirchner. Ahora bien, cuando para su explotación se ha firmado un contrato con una multinacional, la propiedad se mantiene pero el proceso de extracción y elaboración se ha de concertar con dicha empresa, y eso es justamente lo que parece desconocer la mandataria.

Imperativo ligado al más elemental sentido de derecho y que debiera conocer todo aquel que desee vivir en un mundo en el que se respeten los tratados, aunque sean de comercio. Y con más razón aquel que dirige los destinos de un país.

La expropiación de YPF podía ser un acto de justicia si fuese una secuela del perverso colonialismo, pero no lo es, por más que se empeñen en atribuírselo esta nueva hornada de jefes de estado oficiantes de un marxismo de invernadero.

Y es que han transcurrido ya muchos años desde ese infausto suceso y se han sucedido innumerables gobiernos soberanos tanto de corte dictatorial como democrático.

Gerencias que han propiciado con su alto grado de corrupción y derroche que esos ricos países no hayan podido explotar por sus propios medios esos yacimientos.

Pero no nos engañemos, el asunto no va de recuperación de recursos patrios o soberanos, va de una expoliación de carácter personal tanto en lo económico como en lo político. En este monopoly el asunto se sustancia así: De Brufau a Kirchner sin pasar por los argentinos. Y tiro porque me toca.

MONOPOLY KIRCHNER

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