Días atrás tuvo lugar en la librería Lume de La Coruña, la presentación del extraordinario poemario “Hijos del fuego”, de la autoría del ferrolano Francisco Vila Fuentes. La presentación significó un acontecimiento en el ámbito cultural gallego y en el mismo participaron Lucía Vilches y José Luis Salamanca. El libro de Francisco Vila tiene como argumentario dos relatos de la Gallaecia Artabra, con un fascinante fondo poético y unas connotaciones históricas de primera magnitud  Francisco domina no sólo esto, sino también las concomitancias de la Roma eterna con las leyendas que atañen a los celtas.
Druidas, árboles sagrados, peripecias galas, dudas e inquietudes de los seres humanos siempre enfrentados a su destino. Todo esto y más encontrará el lector en el libro de Vila, que nos lleva a los linderos que entremezclan la historia con la leyenda. Cabe poner de relieve la fuerza descriptiva con que el autor viste a los protagonistas de sus dos relatos: en el primero, surge la figura de Aulia, mujer luchadora y enamorada que asume y llora su destino. En el segundo asoma la personalidad de Ebernach y en él se poetizan las dudas e inquietudes de un druida enfrentándose a su destino.
A través de las líneas se adivinan el cariño y la ilusión de un poeta de raza, enamorado de su tierra y de sus orígenes: Francisco Vila Fuentes. Y es que la vida de este hombre está cuajada de acontecimientos. Es radiotelegrafista de carrera y psicólogo titulado. Es un especialista en el mundo del doblaje y está galardonado en cursos de declamación, improvisación y literatura dramática. Asimismo, fue actor y director de doblaje y todos sus amplios conocimientos los volcó en la docencia.
Actuó en varias compañías teatrales, hasta llegar a la compañía de zarzuela de Ofelia Nieto. Además, su historial literario, nutrido, brillante y preñado de premios, se escapa de los límites de este artículo. Asimismo, es autor de otros poemarios, a cual más lleno de energía y buen hacer poético. Este ferrolano nos ofrece ahora una obra de incomparable belleza y rigor poético.