PREGUNTAS AL GOBIERNO

Ya sé que eso “toca” los miércoles, pero también saben todos ustedes que las preguntas se presentan una semana antes para que quienes nos mandan puedan preparar las respuestas y leernos la consigna. Además, ese control no sirve para nada, pues cierra el turno el interrogado, que puede meter trolas sin posibilidad de nueva réplica.
Y, además, queridos lectores, mañana es 28, y todo esto puede quedar como una inocentada, pues ellos, ellos no son inocentes, que ya, pero siempre nos toman por inocentones. Lo que otros llaman “buenos, mansos y generosos”. Pero dejémonos de prólogos y vamos con las preguntas:
Señor presidente, ¿cuál es el secreto en sus retoques capilares para que unas veces el tono sea color caoba y otro negro betún? Y es que ese asunto tiene en vilo no solo a la oposición sino al sindicato de peluqueros y a los más expertos tintoreros
Señor ministro de la cosa dinenaria, ¿qué haría usted si le devolvieran los 200.000 millones de obras inútiles –aeropeurtos, puentes, carreteras que no van a ningún sitio, etc.– más 40.000 millones camuflados en gastos suntuarios y 80.000 millones que nos cuesta el fraude fiscal? Y, sobre todo, ¿qué hacemos nosotros con ustedes por participar, autorizar, o ignorar esa sangría?
Señora ministra del paro y la sonrisa fija, conociendo que los salarios caen otra vez, un 0,4%, y ya van siete desde que sentaron sus posaderas en el Consejo de Ministros, pese a la anunciada y celebrada recuperación del PIB, ¿puede seguir sonriendo? ¿Ya no se habla con la Virgen del Rocio? ¿Debe seguir cobrando su estipendio? ¿Por qué no se busca chollo en Laponia?
Señor ministro de la porra y piadoso componente del equipo Mariano, ¿si solo en un pírrico porcentaje del 0,8% en las más de tres mil manifestaciones, se produjo algún incidente, por qué se monta la ley mordaza? ¿Quien le da más miedo: los ciudadanos en la calle o que allá arriba le manden al purgatorio, lugar menos peligroso que la frontera con África, llena de concertinas? ¿Por qué nos toca el violón con sus ocurrencias?
Señor recién estrenado ministro de los doentes, ¿por qué no arregla, con el señor Feijóo, el asunto de los enfermos en Lugo que tienen que viajar más que la maleta de la Piquer para que los atiendan?
¿Vale, tíos? ¿Os habéis enterado? Pues al tajo.

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