“COMO A CHINOS”

No hay engaño, o sí. El caso es que en la transición cuando el PSOE cabía en un taxi, el PC viajaba en metro.
En años sucesivos aquí es del PC hasta el PP, en sobremesas y siestas, eso sí.
Y ahora, como en la moda, vuelve a ser el “Prêt-à-porter” ideológico. Ocurre que ya no está la URS como referencia ética y estética. Ese universo lacrado donde la propiedad era el partido y lo privado sus dirigentes. En tal orfandad no queda sino el atarse al clásico cubano, o al maduro venezolano. Y si se quiere algo de más enjundia, a la China de siempre, más maltusiana, por cierto, que maoísta. Y desde el 1979 y de la mano de Deng Xiaoping más particular que popular.
Siendo así, cabe preguntarse, dónde vamos con el comunismo a ultranza, cubanos no, somos península, venezolanos tampoco, aún estamos verdes. Chinos tal vez, pero cuidado, que estos son maestros en el arte del “low cost”. No se paran en barras ni en materia de ideología. Solo hay que observarlos, le compras un buda flaco y ellos un edificio en el centro de la capital del reino. Y no para el gobierno, para un magnate. Y de dónde sale siendo como son enemigos del capital, pues de la esclavitud, porque allí las obligaciones son del mercado de siempre y los derechos de los comunistas de entonces.
Por eso, ojo al cristo que puede ser Confucio. De hecho, yo de los chinos solo la hoz y el martillo, nada desde luego que tenga alma y, menos aún, batería, ¡qué decir de un gobierno!

“COMO A CHINOS”

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