La batalla andaluza

el viernes comenzará la campaña de las autonómicas andaluzas que tendrán lugar el 2 de diciembre. Serán las primeras elecciones en un calendario en el que ya hay otra fecha fija: el 26 de mayo del próximo año, día en que se celebrarán las europeas, municipales y autonómicas en trece comunidades. A estas dos urnas podría añadirse, si el presidente del Gobierno tuviera a bien adelantarlas, las generales, que en un principio tocan en 2020.
De la importancia que los partidos dan a las elecciones en Andalucía da fe el hecho de que los principales líderes nacionales se van a volcar en la campaña, fundamentalmente Casado y Rivera. Sánchez no lo hará tanto, no solo porque su agenda se lo dificulte, sino también porque Susana Díaz querrá tener personalidad e impronta propia. En cuanto a Iglesias, aunque las relaciones con la candidata a la Presidencia de la Junta, Teresa Rodríguez, son mejorables, ha comprometido su presencia en tres mítines.
En Andalucía ha gobernado siempre el PSOE. Por lo tanto, lo primero que se juega es si será viable una alternativa a lo que muchos califican ya de un “régimen” que ha tenido como consecuencia la corrupción en la administración pública, con el caso de los ERE. Para que esa alternativa fuera viable, el PP y Ciudadanos deberían sumar la mayoría absoluta dado que es muy difícil, por no decir imposible, que Podemos apoye esa hipotética alianza de los de Casado y Rivera.
También hay que tener en cuenta que algunas encuestas dan la entrada de VOX en el Parlamento, y si esto es así, habrá que ver si sus escaños son determinantes para conformar una mayoría alternativa al gobierno. Todas las encuestas dan como ganador al PSOE, y será Susana Díaz la que tenga que buscar pactos para gobernar. En la pasada legislatura pudo hacerlo gracias a Ciudadanos, pero este partido ya ha dicho que no volverá a darle su apoyo.
Si esto es así, Díaz no tendrá otro remedio que buscar el apoyo de Podemos, lo cual no sea su opción preferida, pero si es la que le da el poder, no tendrá duda en pactar. Además, es ese acuerdo con Podemos el que mantiene a Sánchez en la Moncloa, por lo que la excusa para repetir ese frente en Andalucía la tiene servida en bandeja. Habrá que esperar a contar los votos el 2 de diciembre para ver cómo se resuelve el puzle andaluz.

La batalla andaluza

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