Malas nuevas

Te enteras de que el Tribunal Supremo se enfrenta a una denuncia presentada ante la Unión Europea. ¿Motivo? Según dicho informe, que eleva la denuncia a los tribunales de la UE “en diez mil ocasiones el tribunal dio la razón a la banca en su disputa con los consumidores. 
Como recordarán,  en materia de derechos humanos los tribunales españoles recibieron varias sentencias que revocaban los acuerdos tomados por la justicia española, en especial sobe temas relacionados con la libertad de opinión y que fueron desestimadas.  Lo último nos llega desde la justicia belga al negar de nuevo la extradición del que fue consejero en el gobierno catalán presidido por Puigdemont.

Y cuanto más se sabe del caso de los papeles de Bárcenas nos encontramos con otras “perlas” que confirman el título de este comentario: el que fue número dos dl ínclito ministro Fernández Díaz, famoso entre otras cosas por tener de chófer a un ángel, guardaba en sus whatsapp frases como esta “si gobernamos nosotros (el PP) la jodienda de los fiscales puede cambiar (sic.), en otra prueba más de las actuaciones emprendidas por el ministro y su segundo –ambos imputados por las actuaciones de la cloaca policial– fuera del control judicial. 

Ahora que las elecciones al parlamento catalán se aplazaron vuelven las prioridades anunciadas por el ejecutivo de Sánchez, destacando el desbloqueo del Consejo General del Poder Judicial (que lleva años de retraso) y, de forma paralela los indultos y el cambio entre otros del delito de sedición. Y todo esto con el anuncio del propio presidente de gobierno sobre la necesidad de algunas reformas sobre la Casa Real. No parecen temas baladís pero tampoco parece muy propicio el clima que “reina” en el hemiciclo.

Y en la calle el virus maldito haciendo estragos. La situación empeora a diario y las soluciones propuestas desde cada comunidad atendiendo a los problemas de sus ciudadanos forman una especie de jeroglífico que deja en mal lugar la llamada “co-gobernanza”.

Aquí tenemos a nuestro 009, gobernando un país de viejos (record en España) con pensiones inferiores a la media, salvados por el sacho y el caldo;  viviendo en lugares donde el transporte es una novedad y las nuevas tecnologías un milagro. Donde los servicios públicos, sanidad incluido, son  un vecino lejano. Es un territorio, una zona a defender, parafraseando el libro de Manuel Rivas que les recomiendo.

Posdata: el otro día de coña, rebautizaba a Vox como partido de extrema izquierda. Un guiño al lector pues parafraseando a la Codorniz esto quiere ser un espacio para gente inteligente. Gracias. 

Malas nuevas

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