Feijóo cree que de no tomar medidas sería responsable de crisis por omisión

Feijóo cree que de no tomar medidas sería responsable de crisis por omisión

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, expresó hoy su desagrado por modificar condiciones establecidas en época de bonanza, pero agregó que el "inmovilismo" lo convertiría en "responsable de la crisis por omisión".

En este sentido se manifestó el jefe del Gobierno gallego en la conferencia de clausura del III Curso Xerardo Fernández Albor, que analizó, desde el pasado día 7, los 30 años de la autonomía gallega.

En la presentación del acto, el presidente del Foro Galicia Milenio, Marcelino Agís, lamentó que no se hubiesen podido analizar 16 de esos 30 años "por la intolerancia y falta de sentido democrático" de los estudiantes que el pasado martes boicotearon una mesa redonda en homenaje al expresidente gallego y fundador del PP.

Agís dijo no comprender por qué no pudieron homenajear a todos los presidentes y a los que colaboraron con ellos en construir Galicia, aunque agregó que antes ya había recibido el homenaje del pueblo gallego con cuatro mayorías absolutas.

Núñez Feijóo reivindicó también la figura de Manuel Fraga, cuyo ideario dijo que "está plenamente vigente y exportable" para indicar "el camino para estos tiempos convulsos".

También subrayó el trabajo de la anterior generación, que lideró la transición española y el arranque de las autonomías y que no se rindieron ante la "labor ingente que tenían delante" y lo ligó con la actual situación de crisis económica en que "tenemos ante nosotros la ardua tarea de reconstruir un país dañado económica y moralmente".

Para el presidente gallego, se trata de "una responsabilidad histórica" que "exige una histórica respuesta" basada en el realismo y la unidad.

Así, frente al "discurso optimista y buenista" con que se pretendió disimular la realidad al inicio de la crisis, defendió "decir la verdad" como primer paso para abordar las soluciones en una "situación extremadamente difícil".

En este sentido, defendió las reformas estructurales en el convencimiento de que instrumentos que se elevaron a dogma pueden no ser útiles o incluso son errados, en referencia al tamaño de la administración o las reformas por las que también transita ahora el Gobierno central en los ámbitos laboral, financiero o de disciplina presupuestaria.

También defendió reformas "coyunturales" y citó las medidas temporales tomadas sobre el empleo público, que -dijo- "son el blindaje de los servicios públicos esenciales" y preservan el salario de 90.000 empleados de la administración gallega.

Núñez Feijóo reconoció que a nadie le agrada que se modifiquen condiciones establecidas en época de bonanza y tampoco a quien toma esta decisión, porque, a su entender, el inmovilismo lo convertiría en "cómplice de la crisis por omisión".

Feijóo cree que de no tomar medidas sería responsable de crisis por omisión

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